Historial de Catequesis

“ El Señor ama a los justos ”

La justicia, ahora, tiene que ver con nuestra felicidad futura
Iª Lectura: Amós (6,1-7):

I.1. Una de las “invectivas” más fuertes y acres del profeta Amós es ésta que se lee en este domingo y que nos recuerda las situaciones más escandalosas de la sociedad de consumo. El profeta de la justicia social sabe advertir contra aquellos que se refugian en un “boom económico” como está viviendo en esos instantes el reino del Norte, Israel, cuya capital, Samaría, era muy lujosa. Una sociedad de consumo es bien injusta desde todos los puntos de vista: los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres en la medida en que el lujo, el dinero, el poder, es sólo de unos pocos. El profeta no callará.

“ No podéis servir a Dios y al dinero ”

No se puede servir a dos señores
Iª Lectura: Amós (8,4-7): Contra el dinero como religión

“ Porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido ”

La generosidad de Dios con los pecadores
Iª Lectura: Éxodo (32,7-14): No nos hagamos un dios inferior a nosotros

I.1. En esta lectura podemos percibir resonancias especiales. Moisés está en la montaña del Sinaí dialogando con Dios y recibiendo instrucciones para desarrollar el código de la Alianza, y esas resonancias son valoradas de forma variada en una lectura crítica del texto. En realidad desde el c. 24 del Éxodo hasta este capítulo 32 que leemos hoy, se nos ofrece un ciclo sobre el culto que deja al pueblo sin el apoyo del profeta Moisés. Entonces el pueblo, alentado por Aarón, se hace un becerro de oro. Ya es significativa esa separación, ese momento de Moisés lejos del pueblo; sin la voz profética que le señale el camino, el pueblo se pierde.

“ Renunciar para ser libres ”

El verdadero discípulo de Jesús tiene que amar lo que él ama.

Iª Lectura: Sabiduría (9,13-19): Con Dios, el hombre es más que los dioses

I.1. Esta lectura del libro de la Sabiduría forma parte de una reflexión de tipo filosófico y teológico, en que el ser humano entra dentro de sí mismo para preguntarse por las cosas más importantes: ¿qué es el hombre frente a Dios? La experiencia nos demuestra que lo que hacemos y tocamos es frágil, pero intuimos que debe haber algo que no fenece, el misterio de Dios. Para ello se necesita, no facticidades mecánicas, sino Sabiduría para discernir lo que tiene sentido y lo que no tiene.