ASUNCION DE MARIA

Acercarnos con seguridad de fe a una verdad católica sobre la Santísima Virgen María, es una alegría profunda, porque María esta siempre con nosotros, porque María esta en el Cielo.

Les compartiré un poco sobre la alegría proclamada por la Iglesia, sobre una verdad de fe “La Asunción de María”.

Surgió la necesidad de celebrar y reflexionar sobre el destino final de María, el cual se refiere a que la Madre de Dios, luego de su vida terrena, fue elevada en cuerpo y alma al cielo.

Argumentos teológicos

  • La madre y el Hijo están profundamente relacionados y unidos según la carne.
  • El Hijo es glorificado en su cuerpo.
  • So pena de romper la unidad de la madre y del Hijo, conviene glorificar corporalmente a la madre con su Hijo.

Proclamación del Dogma
Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus:

"Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo"

Significado para la vida cristiana
Sencillamente el dogma de la Asunción, constituye una participación en la resurrección de Jesucristo y un adelanto de lo que viviremos los demás cristianos en orden a la resurrección.

La Virgen María nos muestra el destino final de aquellos que “Oyen la Palabra de Dios y la ponen en práctica” (Lc. 11, 28).

María después de Jesucristo, es la creatura mas privilegiada del universo, ella es la que nos muestra cómo será la felicidad, se nos adelanta dejándonos una gran esperanza de la vida futura.
El dogma de la Asunción nos invita a la devoción, a la contemplación del cielo y todo aquello que nos viene como elegidos de Dios; nos invita a hacer una pausa en la agitada vida que llevamos para reflexionar sobre el sentido de nuestra vida aquí en la tierra, sobre nuestro fin último: la Vida Eterna, junto con la Santísima Trinidad, la Santísima Virgen María y los Ángeles y Santos del Cielo.

Reina del Cielo, Ruega por nosotros.