de Fabio Martínez Castilla
II Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez
Estamos por celebrar los 205 años de nuestra Independencia y ante la realidad de nuestra Patria, necesitamos renovar nuestro amor por México y nuestra participación en el compromiso de unir esfuerzos por un progreso integral para nuestra Patria.
Vivimos un México que necesita en serio de todos nosotros los mexicanos para superar poco a poco nuestras deficiencias o carencias en el área de la Educación, de la justicia, del trabajo, del respeto a la naturaleza, de la pobreza en sus diferentes facetas tanto del campo como de las grandes ciudades y de la falta de una buena administración en la utilización o aplicación de los recursos.
Hay dos campos urgentes a corregir: Uno es la falta de un proyecto común por un desarrollo integral a nivel nacional, proyecto al que nos sumemos todos, tanto los gobernantes, los partidos políticos y la sociedad; un proyecto que tenga continuidad y no se rompa con la entrada de un nuevo gobierno. El otro campo a corregir tanto a nivel institucional como a nivel ciudadanía, es el gran problema de la Corrupción. Por esto urge renovar nuestro amor y nuestra pasión por México, nuestra Patria, ya que todos somos responsables de su recuperación o de su empobrecimiento.
Hemos conseguido nuestra Independencia pero nos falta ser verdaderamente libres viviendo en la verdad, en la justicia y en la fraternidad solidaria sin ser esclavos de nada ni de nadie, no ser esclavos del egoísmo y del individualismo que envenenan el crecimiento de nuestra sociedad dañando a los más pobres. Podríamos empezar haciéndonos dos preguntas: ¿Somos verdaderamente libres? ¿Qué estamos haciendo por México? La libertad se expresa en nuestra capacidad de hacer el bien a los demás, por esto se dice que somos libres en la medida que amamos y buscamos el bien común.
Que nuestro grito de “Viva México” sea de corazón y nos comprometa a trabajar desde nuestras familias y el servicio que prestemos en la sociedad por un México en el que todos llevemos una Vida Digna.
Nuestro México tiene una riqueza que somos nosotros los mexicanos. Pongamos al servicio de nuestro México Lindo y Querido lo que Dios nos ha dado para bien de nuestros pueblos. Construyamos juntos un México de hermanos cada día más libres no porque no tenemos problemas sino porque unimos esfuerzos para solucionarlos. Quien dice que ama a México y lo está destruyendo es un mentiroso.
“Viva” a los mexicanos que aman su Patria, trabajan y oran por ella.