Pureza de corazón, pureza de intenciones, pureza en el amor

de Enrique Díaz Díaz
Obispo Coadjutor de San Cristóbal de las Casas

5 Septiembre

AUDIO

Beata Teresa de Calcuta

Colosenses 1,21-23: “Dios los ha reconciliado para hacerlos santos”, Salmo 53: “Por tu inmensa bondad, ayúdanos, Señor”, San Lucas 6, 1-5: ¿Por qué hacen lo que está prohibido hacer en sábado?

No es raro que alguno de ustedes se acerque a mí o algún otro sacerdote a pedirnos una oración por alguna necesidad. Y añaden la razón: “usted está más cerca de Dios”. Miren, con gusto hago la oración, pero la cercanía con Dios la tiene también cada uno de ustedes. San Pablo les insiste a los Colosenses la importancia de la obra de Cristo que hace que los que antes estábamos alejados de Dios y vivíamos como enemigos de Él por nuestras malas acciones, ahora estemos reconciliados con Él.

La muerte de Jesús nos libra de todo pecado y nos acerca a Dios. Entonces, todos debemos hacer la oración, todos debemos experimentar el amor que Dios nos tiene y todos debemos buscar permanecer fieles a ese amor. Cristo vino para hacernos santos, puros e irreprochables. ¿Palabras bonitas? ¿Misión muy lejana en nuestros días? Nos reconocemos muy lejos de la imagen que quiere Jesús para cada uno de nosotros. Ser santos se nos antoja muy lejano del diario vivir y de nuestra lucha por sostenernos. Pero ser santos es ideal que quiere Jesús. Ser santos es vivir en la presencia del amor de Dios cada momento.

Vivir la pureza implica la rectitud del corazón y no se refiere solamente al sexo, sino a todos los momentos de nuestra vida. Pureza de corazón, pureza de intenciones, pureza en el amor. Irreprochables termina diciendo, como para animarnos a nosotros que con frecuencia desfallecemos. Por eso San Pablo concluye con una invitación tanto para los Colosenses como para nosotros: “Es necesario que permanezcan firmemente cimentados en la fe y no se dejen apartar de la esperanza que les dio el evangelio”. Permanecer firmes y no apartarse de la esperanza, una bella tarea para este día. Vivamos este día con pureza de corazón, con armonía interior y con una sana alegría, porque Cristo nos ha acercado a Dios y a su amor.