El impacto del Papa Francisco

de José Luis Chávez Botello
Arzobispo de Antequera-Oaxaca

Comunicado de prensa

Enero 17 de 2016.

¿Por qué la atracción y el impacto del Papa Francisco?. En medio de oscuridad, deseamos la luz; en momentos de duda y de confusión, apreciamos la orientación; en la enfermedad y necesidades, anhelamos salud y solidaridad, en momentos de tristeza, valoramos el consuelo y la compañía. El corazón humano siempre necesita alimentarse del bien, de amor, de verdad y de unidad; cuando una persona cultiva estos valores fundamentales, de manera clara y sencilla en todo lo que dice y hace, atrae como luz, abre perspectivas, ensancha el espíritu y motiva a caminar.

El Papa Francisco en sus relaciones y vida cotidiana transmite serenidad y paz, calidez, afecto, cercanía; vive cada día la sencillez, austeridad, verdad; algunas expresiones de su atracción son su alegría, su apertura y espontaneidad, su sensibilidad ante el dolor y sufrimiento de personas concretas, ante los niños y ancianos; su reacción valiente ante las injusticias y la hipocresía. Como cristiano es palpable su vida de oración, su relación con la palabra de Dios y los sacramentos. No olvida sus raíces sino que las tiene presente con gratitud y aprecio. Son expresiones de madurez humana y cristiana.

Esta madurez humana y cristiana encarnada, no es fruto de la casualidad; es resultado de los cimientos de una educación integral que alimenta la mente, el espíritu y el corazón; de estudios sólidos para aprender a reflexionar y discernir lo que conviene y se debe hacer en las variadas situaciones que siempre presenta la vida; es fruto de una espiritualidad que, en el esfuerzo diario, mueve a luchar contra el mal y hacer vida los valores evangélicos. Es la disciplina de marcarse un ideal o proyecto de vida que fortalece desde el corazón y capacita para afrontar desafíos y emprender obras grandes.

Las personas que logran esta calidad humana rebasan las fronteras de raza, cultura, credo y de su tiempo; son reconocidas y admiradas porque muestran en su vida la dignidad y grandeza de la vida humana, nos centran en lo más importante y valioso de toda persona por lo que debemos luchar; son personas concretas que inspiran y mueven al bien común como Ghandi, Luther king, Mandela, la beata Teresa de Calcuta o Malala entre otros; respondieron a situaciones concretas con su vida. La calidad humana y la calidad de la fe nunca pueden separarse, se atraen y se alimentan mutuamente, unen.

He escuchado que el Papa Francisco ya rebasó la estructura de la Iglesia; ¿por qué?; sin duda porque su vida y su palabra tocan lo fundamental y común a toda persona, aporta algo que la humanidad necesita hoy; de allí su atracción y grande autoridad en todos los rincones, razas, clases sociales y religiones. De aquí la expectativa y grande esperanza por su visita a México; su mensaje, desde las celebraciones y variados encuentros, unidos a signos y gestos que lo caracterizan, serán como rocío que transmite paz al corazón y mueve a vencer la indiferencia para erradicar la violencia, medicina para atender enfermedades sociales, fuerza para luchar contra el mal que nos daña.

Los encuentros con indígenas, familias, jóvenes, migrantes, sacerdotes y religiosas, son muestra de la prioridad del pastor. Estas celebraciones y encuentros del Papa serán seguidos por millones de hombres y mujeres, católicos y no católicos de México y del mundo, porque saben que podrán recibir alimento nutritivo para su vida: una palabra de afecto y de esperanza que caldee el corazón, nos centre en lo fundamental de la vida y nos estimule a construir la familia humana. Nos urge en México una reforma social integral que propicie el surgimiento de hombres y mujeres maduros y de calidad humana.

Con mi saludo y bendición para todos.