¡Felicidades a todos los estudiantes de México!

de Emmo. Card. Alberto Suárez Inda
Arzobispo de Morelia

Los saludo con afecto y admiración en el Día del Estudiante. Me alegra mucho que Ustedes, niños, jóvenes y adultos, puedan participar en los cursos que ofrecen tantas escuelas e instituciones educativas en nuestra patria. Ustedes son protagonistas de su propia vida y destino, aunque siempre sea necesario recibir el apoyo, principalmente de sus padres, maestros, directivos y compañeros.

Quiero animarlos y exhortarlos, en nombre de los Obispos de México, a seguir adelante con sus estudios, siempre. No hay nada tan importante como alimentar el espíritu, que es inteligencia, afectos, imaginación, memoria, sentido común, capacidad de relación con todos los seres humanos, los otros elementos naturales que participan en la creación y sobre todo con Dios, Señor de la Historia.

En el estudio aprendemos a tratar con la verdad que siempre nos sorprende, pues como decía San Agustín, no sólo la buscamos, sino principalmente, ella nos encuentra. Todos contamos con la inteligencia, es decir, con la capacidad de “leer por dentro” lo que vamos encontrando y experimentando en la vida.

Gracias al estudio salimos de la autorreferencialidad, pues nos situamos a través del conocimiento y la experiencia consciente de la realidad en un mundo mucho más amplio que cada uno de nosotros. Así, con la conciencia de pertenencia, podemos participar adecuada y responsablemente de su transformación y constante mejoría. Todos estamos llamados a hacer cultura, es decir "cultivar" nuestra realidad común, por medio de un esfuerzo constante que nos lleve a construir generosamente el futuro.

El estudio es una de las mejores maneras de generar un ambiente sano y positivo. El mero gusto de reunirse para compartir el estudio es ya una fuente de alegría, comunión y solidaridad. El testimonio propio de perseverancia, ánimo y esfuerzo, actualizado en palabras y/o acciones concretas, y el apoyo de nuestros compañeros, son un sano “combustible” para la vida estudiantil.

Ustedes pueden hacer ya mucho por México. Su dedicación, seriedad y constancia puede animar a un sector de la sociedad que siempre será muy importante: los maestros. Los llamo a que los atiendan, los tomen en serio y les exijan, a través de su compromiso y generosidad, mayores esfuerzos. Los maestros siempre estarán más contentos y animados si sus alumnos, como nos decía el Papa en su encuentro con los jóvenes en Morelia, le "echan ganas".

Los invito también a que refuercen la educación que se ofrece fuera del ámbito escolar. Gran parte de ésta se recibe en el hogar, en las estructuras sociales como las iglesias, los ambientes deportivos y artísticos. Es muy importante aprender siempre a convivir, a superarse en la virtud del esfuerzo constante y fraterno. No olviden de nueva cuenta, que ustedes son los protagonistas de su educación y que lo serán, en un futuro no lejano, del desarrollo del País.