I. Contemplamos la Palabra
Lectura de la profecía de Miqueas 5, 1-4a
Así dice el Señor:
«Pero tú, Belén de Efrata, pequeña entre las aldeas de Judá, de ti saldrá el jefe de Israel.
Su origen es desde lo antiguo, de tiempo inmemorial.
Los entrega hasta el tiempo en que la madre dé a luz, y el resto de sus hermanos retornará a los hijos de
Israel.
En pie, pastoreará con la fuerza del Señor, por el nombre glorioso del Señor, su Dios.
Habitarán tranquilos, porque se mostrará grande hasta los confines de la tierra, y éste será nuestra paz.»
Sal 12 R. Desbordo de gozo con el Señor
Porque yo confío en tu misericordia:
alegra mi corazón con tu auxilio. R.
Y cantaré al Señor
por el bien que me ha hecho. R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 1,1-16.18-23
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por
obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había
tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
-«José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella
viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo
de los pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta:
«Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Enmanuel, que significa “Díoscon-
nosotros”.»
II. Compartimos la Palabra
Celebramos hoy, con gozo, el nacimiento de María, y lo celebramos porque Ella será la Madre del Hijo de Dios, en quien las promesas de Dios llegarán a su cumplimiento.
Toda su grandeza y belleza la recibe la joven María del Hijo que Dios le ha regalado: «el Sol que nace de lo alto, el Sol de Justica: Cristo, Nuestro Señor.»
Miqueas anuncia que: «de Belén de Efrata “saldrá” el Jefe de Israel» que será dominador, que pastoreará con la gracia del Señor y que con Él habrá paz en todo el mundo.
Y, añade: «Los entrega hasta el tiempo en que la madre que dé a luz.» María es la Madre que dará a luz, que sobresale entre los humildes y pobres del Señor.
Con Ella, excelsa hija de Sión, tras larga espera de la promesa, se cumple la plenitud de los tiempos y se inaugura la nueva economía: el Hijo de Dios asumió de Ella la naturaleza humana para librar al hombre del pecado mediante los misterios de su carne” (LG 55). El alma de María fue el espacio a partir del cual pudo hacerse realidad el acceso de Dios a la Humanidad.
La segunda lectura está tomada de la carta de San Pablo a los Romanos, en la que se nos anuncia la justificación del hombre, que encuentra su culmen en la vida futura. En esta visión se inscribe el papel de la Virgen destinada, desde toda la eternidad, a ser la madre del Salvador, con colaboradora con Él en Su obra Salvación Universal.
María es verdaderamente la aurora del mundo, el mundo creado por Dios. Así lo dijo Pablo VI en Marialis Cultus, nº 57: «Ella, la Mujer nueva, está junto a Cristo, el Hombre nuevo, en cuyo misterio solamente encuentra verdadera luz el misterio del hombre como prenda y garantía de que en una simple criatura —es decir, en Ella— se ha realizado ya el proyecto de Dios en Cristo para la salvación de todo hombre.»
… de la cual nació Jesús
Para los judíos era muy importante conservar viva la memoria de sus antepasados. Esta es la causa por la que Mateo comienza el evangelio con la genealogía de Jesús, pues es así como vincula el nacimiento de Jesús con la historia de un pueblo, Israel.
Una historia cargada de promesas y esperanzas, pero también de fragilidad y de pecado. Una pequeña historia de la que dependerá toda la historia de personas que evocan todo lo que de bueno, de frágil, de éxito y de fracaso, de dolor y de sufrimiento existe en la familia humana: patriarcas, sabios y profetas; buenos y malos gobernantes; trabajadores, campesinos, desterrados, esclavos, nativos, emigrantes, pecadores…
El nacimiento de Cristo viene presentado por Mateo como un hecho absolutamente milagroso: María concibió a Jesús sin concurso de varón, por obra del Espíritu Santo: «Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual (y no ¡de los cuales!) nació Jesús, llamado Cristo.» Y se realizó cuando llegó la hora querida por Dios, en la plenitud de los tiempos, en el inicio de la Luz de la Aurora de la Salvación
El alma de María fue el espacio vital a partir del cual pudo realizarse el acceso de Dios a la Humanidad. María fue la creyente que llevó en sí la luz del corazón trastocando el mundo desde sus cimientos.
Demos gracias a Dios por la Providencia especial de Dios en la disposición de la obra salvífica, que culmina en Cristo: historia presentada desde sus orígenes, en sus momentos más importantes y en su coronamiento y plenitud.
Muchas felicidades para quienes hoy celebran su santo, o un aniversario importante en su vida. Que la Gracia y los Dones de Dios estén siempre en vuestra alma.
Monjas Dominicas Contemplativas
Monasterio de Santa Catalina de Siena (Paterna)