DE LA DIVISION DEL PAN EUCARISTICO NACE LA CAPACIDAD DE COMPARTIR

Ciudad del Vaticano, 10 de junio de 2012 (VIS).- “Hoy en Italia y en muchos otros países se celebra el “Corpus Christi”, es decir la fiesta solemne del Cuerpo y la Sangre del Señor(...) que renueva cada año en los cristianos la alegría y la gratitud por la presencia eucarística de Jesús entre nosotros”, dijo el Papa a los fieles reunidos a mediodía en la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus.

Esta festividad es “un gran acto de culto público de la Eucaristía, un sacramento en que el Señor permanece presente, incluso más allá del tiempo de la celebración, para estar siempre con nosotros, a lo largo de las horas y las jornadas. Ya san Justino, que nos ha legado uno de los testimonios más antiguos sobre la liturgia eucarística, narra que después de la distribución de la comunión a los presentes, los diáconos llevaban el pan consagrado a los ausentes. Por eso las iglesias son el lugar más sagrado donde se custodia la Eucaristía”.

“No puedo por eso dejar de pensar con emoción- señaló el pontífice- en las numerosas iglesias que han sufrido graves daños por el reciente terremoto en Emilia Romagna y en el hecho de que también el Cuerpo eucarístico de Cristo, en el tabernáculo, ha estado algunos días bajo los escombros. Rezo con afecto por las comunidades que con sus sacerdotes tienen que reunirse para celebrar la Santa Misa a cielo raso o en grandes tiendas; les doy las gracias por su testimonio y por todo lo que están haciendo en favor de toda la población. Es una situación que resalta todavía más la importancia de estar unidos en nombre del Señor y la fuerza que procede del Pan eucarístico llamado también 'pan de los peregrinos'. De la división de este Pan nace y se renueva la capacidad de compartir también la vida y los bienes, de llevar los pesos unos de otros, de ser hospitalarios y acogedores”.

La solemnidad del Corpus Christi también llama nuestra atención sobre el valor de la adoración eucarística, recordó Benedicto XVI. “La oración de adoración -dijo- se puede hacer sea personalmente, estando en recogimiento ante el tabernáculo, sea de forma comunitaria, incluso con salmos y cantos, pero privilegiando siempre el silencio, para escuchar interiormente al Señor, vivo y presente en el Sacramento. La Virgen María es también maestra de esta oración, porque ninguno mejor que ella supo contemplar a Jesús con mirada de fe y acoger en el corazón el eco íntimo de su presencia humana y divina”.

Después de la oración mariana el Papa saludó, entre otros, a un grupo de fieles polacos y a los habiantes de Cracovia, Lodz, Bydgoszcz y Gdansk que conmemoran estos días con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado la peregrinación apostólica efectuada hace 25 años por Juan Pablo II. “Fruto de ella- observó- es la Fiesta de la Eucaristía que celebráis hoy en Lodz, donde se inaugurará el Centro de Estudios dedicado al beato Juan Pablo II. Mañana en Bydgoszcz se estudiará en profundidad la encíclica 'Caritas in veritate'. Doy a todos los gracias por el Centro de Estudios que allí me han dedicado. Estos encuentros refuerzan vuestra relación con Cristo que nos amó hasta el final”.