LA RECONCILIACIÓN QUE CURA

2012-06-15 L’Osservatore Romano
“Reconciliación en nuestra comunión” fue el tema que caracterizó la jornada de ayer, jueves, en el Congreso eucarístico internacional de Dublín. Fueron muchos los que llenaron la sala de adoración, donde durante el día fue posible confesarse. En total estuvieron presentes alrededor de catorce mil personas, y varios centenares de sacerdotes recibieron las confesiones hasta la noche, cuando el congreso prosiguió en el Centro de Juventud.

En la mañana, el cardenal presidente del Consejo pontificio Justicia y paz, Peter Kodwo Appiah Turkson, celebró la liturgia de la reconciliación. En su reflexión invitó a mantener el corazón abierto, contando historias extraordinarias de perdón. Una de estas implica a una mujer superviviente del genocidio de 1994 en Ruanda. Gran parte de su familia fue asesinada y el trauma que sufrió parecía incurable. A través de un grupo católico que desarrollaba su trabajo en las cárceles, encontró sin embargo al asesino de su padre. En la gracia del momento lo perdonó; ambos lloraron y él gritó: «Ahora la justicia puede seguir su curso y también condenarme a muerte, porque ahora soy libre». El purpurado, dirigiéndose directamente a los fieles, los invitó a interrogarse en lo más hondo: «¿Podría esta ser también mi historia?». En realidad, sea que se trate del culpable o de la víctima, cualquiera que esté encadenado al pecado o a la incapacidad de perdonar no es libre. Por ello, el cardenal Turkson invitó a seguir el ejemplo de san Pablo, el cual «sabía alegrarse también en las situaciones más difíciles a causa de su firme convicción de la presencia del Señor»

Nuestra enviada especial Mary Nolan