La Nueva Evangelización

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Tipo: 
Nacional

Lunes, 07 de Mayo de 2012 17:00
Escrito por  Simón Vargas Aguilar

Discurso de Monseñor Aguiar Retes: La Nueva Evangelización

El pasado 12 de diciembre de 2011, durante la homilía pronunciada por el Santo Padre Benedicto XVI en la Santa Misa por América Latina con motivo de las celebraciones por el Bicentenario de la Independencia de los países latinoamericanos y del Caribe, el Papa anunció su visita apostólica a México y a Cuba destacando el hecho de que este viaje tendría por objetivo “proclamar la Palabra de Cristo y afianzar la convicción de que éste es un tiempo precioso para evangelizar con una fe recia, una esperanza viva y una caridad ardiente”.

De esta forma, del 23 al 26 de marzo pasado, el estado de Guanajuato fue el escenario de la primera visita apostólica de Su Santidad Benedicto XVI a nuestro país. Durante su primer discurso, pronunciado en el Aeropuerto Internacional de Guanajuato, Benedicto XVI destacó que “con esta breve visita, deseo estrechar las manos de todos los mexicanos y abarcar a las naciones y pueblos latinoamericanos, bien representados aquí por tantos obispos, precisamente en este lugar en el que el majestuoso monumento a Cristo Rey, en el cerro del Cubilete, da muestra de la raíz de la fe católica entre los mexicanos, que se acogen a su constante bendición en todas sus vicisitudes”.

En el marco de esta visita pastoral, el pasado domingo 25 de marzo durante la Celebración de las Vísperas con los Obispos de México y América Latina, celebrada en la Catedral de Nuestra Señora de la Luz en León, Guanajuato, Monseñor Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de Tlalnepantla y Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y del Consejo Episcopal Latinoamericano reiteró el compromiso que tiene la Iglesia de México con la “Nueva Evangelización” y la Misión Continental.

En este sentido, el arzobispo de Tlalnepantla agregó que “la Iglesia está viva” y que por ello los discípulos de Jesucristo han de fundamentar su compromiso misionero y toda su vida en la roca de la Palabra de Dios, recordando el mandato del Señor de “ir y hacer discípulos entre todos los pueblos” (Mt. 28, 20).

Además, subrayó que el dinamismo espiritual y pastoral “va despertando la conciencia de los fieles laicos para participar en los distintos ámbitos familiar, laboral y social con la clara finalidad de ser la levadura que aporte los valores evangélicos ante los nuevos escenarios de nuestro tiempo”.

América es hoy el “Continente de la Esperanza y del Amor”, dijo Monseñor Aguiar Retes y agradeció la iniciativa del año de la fe propuesta por el Santo Padre; a través de la cual la Iglesia buscará renovar “la conciencia eclesial de su vigencia y la necesidad de asumirla como la brújula para este Siglo XXI”. Además, puntualizó que el fruto de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe celebrada en Aparecida, Brasil, del 13 al 31 de mayo de 2007, se experimenta en este continente a través de la fe y del amor a Cristo.

Por ello, como se puede leer en el Documento Conclusivo de Aparecida, el "estado permanente de misión" implica ardor interior y confianza plena en el Señor, como también continuidad, firmeza y constancia para llevar “nuestras naves mar adentro, con el soplo potente del Espíritu Santo, sin miedo a las tormentas, seguros de que la Providencia de Dios nos deparará grandes sorpresas”. (DA 551)

Por su parte, durante la homilía, Su Santidad Benedicto XVI, dijo que esperaba con gran ilusión el encuentro con Pastores de la Iglesia de Cristo que peregrina en México y en los diversos países de Latinoamérica “como una ocasión para mirar juntos a Cristo que les encomendó la hermosa tarea de anunciar el evangelio en estos pueblos católicos”.

Porque la fe católica ha marcado significativamente la vida e historia de América, Benedicto XVI agregó “ustedes no están solos en los contratiempos, como tampoco lo están los logros evangelizadores… La situación actual de sus diócesis plantea retos y dificultades de muy diversa índole. Pero, sabiendo que el Señor ha resucitado, podemos proseguir confiados, con la convicción de que el mal no tiene la última palabra de la historia, y que Dios es capaz de abrir nuevos espacios a una esperanza que no defrauda” (Rm 5,5).

Vale la pena recordar que el Papa Juan Pablo II, durante la celebración del Domingo Mundial de las Misiones, el 23 de octubre de 1988, declaró “En el crepúsculo del segundo milenio del cristianismo, debemos ver nuestro compromiso para evangelizar más urgente que nunca". Aunado a este mensaje, al terminar el gran Jubileo del año 2000, reiteró que la llamada a la nueva evangelización fue y será para “reavivar en nosotros el impulso de los orígenes, dejándonos impregnar por el ardor de la predicación apostólica porque hemos de revivir en nosotros el sentimiento apremiante de Pablo, que exclamaba: “¡ay de mí si no predicara el Evangelio!” (Co 9,16).

Actualmente, ante el apremiante contexto en el que se encuentra México, así como diversos países de América Latina, en el que se está deteriorando la vida social, la convivencia armónica y pacífica a causa de la violencia exacerbada, la pobreza, la inseguridad, la corrupción o el desempleo, resulta primordial buscar la reconciliación a través de la fe y el amor al prójimo, ya que tenemos la certeza de que “Cristo venció a la muerte y en Él hemos puesto nuestra confianza” (Tim 1,12).

Esto nos lleva a concluir que la Nueva Evangelización es una invitación a ser vigías que proclamen la gloria de Dios, que es la vida del hombre, porque ser hombre es ser hermano y guardián del prójimo. Así como a no olvidar que, como lo dijo Benedicto XVI, “la Iglesia de América Latina ha de seguir siendo semilla de esperanza, que permita ver a todos cómo los frutos de la resurrección alcanzan y enriquecen estas tierras”.

Simón Vargas Aguilar
Analista en temas de Seguridad y Justicia
simon.9@prodigy.net.mx