2012-08-03 L’Osservatore Romano
Ciudad de México, 3. Cuando en una sociedad se practica discriminación de la mujer «todos pierden: pierde la mujer, pierde la sociedad, que se ve privada de todo el potencial de riqueza de la mujer y pierden los hombres».
Lo pone de relieve una reflexión publicada en el sitio web de la Conferencia del episcopado mexicano, que ofrece una serie de principios y valores cristianos para tutelar los derechos de las mujeres. Violencias y varias formas de marginación han aumentado en el país sobre todo en estos últimos años. Lo denuncia el obispo auxiliar de Durango, Enrique Sánchez Martínez.
El prelado, que firma la reflexión, en una intervención anterior había hablado de la «alarmante discriminación contra las mujeres en México, haciendo referencia, por lo demás, a algunos datos relacionados precisamente con la situación en su diócesis, donde las formas más exasperadas de marginación han provocado una duplicación, sólo en 2009, de los casos de muerte. El obispo se había referido también al problema del decreciente índice de natalidad en el contexto más general de Sudamérica.