2012-08-07 Radio Vaticana
RV).- En una reciente entrevista concedida a Stefano Leszczynski el Prepósito General de la Compañía de Jesús, el Padre Adolfo Nicolás se ha referido a los dos aspectos que es necesario tomar en consideración para entrar en el corazón de las personas, uno de ellos es el que interesa a la familia humana, y el otro el que corresponde a la familia verdadera y propia. “Reflexionando sobre la vida cristiana, afirma, estoy convencido cada vez más de que la familia es verdaderamente el lugar donde la gente crece como persona. Y crece también en el modo de seguir a Cristo, porque la familia plantea tantas cuestiones a los padres y ellos aprenden, en la familia, a olvidarse de sí mismos. Esto sucede continuamente, y es algo que no se detiene: cada edad tiene sus problemas, sus desafíos, sus propios recorridos de crecimiento y todo esto es muy concreto cuando se da en el ámbito de una familia, donde se ve que la relación debe ser una realización creativa, una relación dinámica. No puede ser “egoísta”: “tu tienes tu lugar y yo tengo el mío”, porque esto no funciona. Debe ser una relación continua de interacción, y entonces es un desafío continuo para los padres: o se crece juntos o ninguno vive, la familia se convierte en un infierno. Entonces, creo que si la Iglesia quiere hablar hoy de santidad y de cómo seguir a Cristo, la familia es el lugar donde se aprende. Y los demás que no tienen como tarea principal aquello de desarrollar la propia familia, deben desarrollar un trabajo de asistencia, de acompañamiento y de testimonio. El papel esencial de la familia es aquél de un lugar de crecimiento”.
En el segundo aspecto, relacionado con la familia humana, el padre Adolfo Nicolás S.J., expresó su convicción de que hoy la conciencia del mundo es más grande también en términos de ecología: “somos más conscientes del hecho de que si destruimos nuestro mundo también nosotros sufrimos, de que es la misma vida humana la que está en peligro; no es solamente la vida de los gorilas o de algunos animales en extinción los que están en peligro, sino que es la vida humana la que sufre. Podemos notarlo en muchos lugares: en Tokio, por ejemplo, el hombre ha destruido el hábitat de los cuervos y estos han ido a las ciudades y son una plaga. Los cuervos llegan y buscan de comer entre los desperdicios y entonces los desperdicios se ven desordenados. Se introducen en las redes para evitar que sean dispersados, pero se crean otros problemas porque los cuervos son inteligentes, se encuentran entre las aves más astutas. Es una situación que vemos en los pequeños signos, pero también en los grandes signos como la falta de aire, la falta de agua, etcétera. No es una cuestión de pura ecología, sino antes que nada de ecología humana”.
El Prepósito General de la Compañía de Jesús habla de la reciente experiencia vivida por la Orden religiosa en África en ocasión de la Congregación de los Procuradores de la Compañía de Jesús celebrada en Nairobi, Kenia, en la segunda semana de julio, subrayando que fue muy importante para su Congregación porque han podido ver el modo en que en África, privada de sus recursos y devastada por los conflictos provocados por quien quiere posesionarse de ella, los pueblos han conservado la propia humanidad, que manifiestan con un fuerte sentido de acogida, de hospitalidad, de cercanía para con los demás. Los africanos se sienten en relación con el resto del mundo. Es verdad aquello que ha dicho el Provincial de África oriental cuando nos ha saludado con un “Bienvenidos a casa”, porque África es la casa de todos, es el lugar donde todo comenzó, donde podemos encontrar todavía estos residuos de humanidad, que tal vez Europa ya ha olvidado”.
La Congregación de los Procuradores de la Compañía de Jesús celebrada en Nairobi, Kenia, ha consistido en el encuentro de los delegados provenientes de todo el mundo. Un encuentro importante, no al nivel de la Asamblea general que se desarrolla en Roma, pero importante porque la reunión de los delegados ha tenido el cometido de ayudar al gobierno de la Compañía de Jesús a tener perspectivas nuevas, diferentes de aquellas que por lo general se tienen en el ámbito de las Provincias.
En la entrevista concedida a Stefano Leszczynski, el padre Adolfo Nicolás se refirió al momento de cambio global por el que está atravesando el mundo escuchemos su respuesta en español.
(Patricia L. Jáuregui Romero – Radio Vaticano)