2012-08-20 L’Osservatore Romano
«Un evento importante che suscita esperanza para el futuro». El Papa definió de este modo la declaración común firmada por el Patriarca de Moscú y de todas las Rusias Quiril I y por el presidente de la Conferencia episcopal polaca, arzobispo Jozéf Michailik, el pasado viernes 17 de agosto en Varsovia. Lo hizo saludando a un grupo de fieles polacos presentes en Castelgandolfo para la habitual reunión de la oración dominical mariana el pasado domingo, 19 de agosto. Se trató de un evento importante porque expresó «el deseo —explicó el Pontífice— de hacer crecer la unión fraterna y de colaborar en la difusión de los valores evangélicos en el mundo contemporáneo». Antes de la oración, Benedicto XVI se había detenido en el significado del milagro de la multiplicación de los panes y de los peces, desvelado también por Jesús mismo en el discurso en la sinagoga de Cafarnaúm. Cristo que se hace pan de vida, añadió el Papa, es el «grano de trigo arrojado en los surcos de la historia», es «la primicia de la nueva humanidad».