EN LA LÓGICA DE DIOS NO HAY ESPACIO PARA EL ORGULLO

2012-09-25 L’Osservatore Romano
En la “lógica de Dios” no hay espacio para el orgullo, “porque Él es total plenitud y tiende por completo a amar y donar vida”. Así lo recordó el Papa en el Ángelus edl domingo 23 de septiembre, rezado con los fieles en el patio del Palacio apostólico de Castelgandolfo.

Refiriéndose al episodio del Evangelio de Marcos que relata el segundo anuncio de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, el Pontífice subrayó la actitud de incomprensión con el que aquél fue acogido por los discípulos. Prueba de que “la lógica de Dios es siempre 'otra' que la nuestra”. Por esto “seguir al Señor siempre requiere al hombre una profunda con-versión ―explicó―, un cambio en el modo de pensar y de vivir; requiere abrir el corazón a la escucha para dejarse iluminar y transformar interiormente”.

En particular hay “un punto clave en el que Dios y el hombre se diferencian”: el orgullo. “En Dios ―subrayó Benedicto XVI― no hay orgullo, porque Él es total plenitud y tiende por completo a amar y donar vida”. En los hombres, en cambio, “el orgullo está íntimamente enraizado y requiere constante vigilancia y purificación. Nosotros, que somos pequeños, aspiramos a parecer grandes, a ser los primeros; mientras que Dios, que es realmente grande, no teme abajarse y hacerse último”. De aquí la invitación a entrar en la escuela de María, que está “perfectamente 'sintonizada' con Dios”, aprendiendo de ella “a seguir fielmente a Jesús por el camino del amor y de la humildad”.

Al término de la oración mariana ―tras haber recordado el testimonio del sacerdote francés Louis Brisson, fundador de las oblatas y de los oblatos de San Francisco de Sales, beatificado el sábado 22 de septiembre en Troyes― el Papa dirigió expresiones de saludo en diversas lenguas a los grupos presentes. A los franceses, en particular, manifestó reconocimiento por la “oración que ha acompañado el logro del viaje apostólico a Líbano, y por extensión al conjunto de Oriente Medio”, añadiendo: “Seguid orando por los cristianos mediorientales, por la paz y por el diálogo sereno entre las religiones”.