Escrito por Obispos de la Provincia Eclesiástica de Morelia
Carta de los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Morelia con motivo del Año de la Fe
A nuestras comunidades Diocesanas de:
Apatzingán, Ciudad Lázaro Cárdenas, Morelia, Tacámbaro y Zamora.
Con alegría les saludamos y oramos para que la paz de Dios reine en sus corazones, familias y comunidades. Queremos en esta carta comunicarles la Buena Noticia del Año de la Fe, acontecimiento para toda la Iglesia al que nos ha convocado el Papa Benedicto XVI con estas palabras: “He decidido convocar un Año de la fe. Comenzará el 11 de octubre de 2012, en el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de noviembre de 2013.”
¿Por qué este Año de la fe? Porque nuestro mundo vive una profunda crisis de fe que afecta a muchas personas que viven sin sentido, sin rumbo y que quieren ser felices sin Dios. Y no podemos dejar que la sal se vuelva insípida y la luz permanezca oculta. ¿Cómo está nuestra fe? ¿Quién es Jesús para nosotros y qué lugar le damos en nuestra vida?
¿Para qué este Año de la fe?:
- El Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada Conversión al Señor, único Salvador del mundo. La renovación de nuestra Iglesia pasa también a través del testimonio ofrecido por la vida de los creyentes. Seamos creyentes más creíbles.
- Para conocer mejor los contenidos del don de la fe que profesamos, celebramos, vivimos y rezamos con alegría. El mejor conocimiento de nuestra fe es esencial para nuestro “Sí” de aceptación al Señor. La fe es decidirse a estar con el Señor para vivir con y como Él.
- Para reavivar la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe. La fe sólo crece y se fortalece creyendo, y cuando se comparte.
- Deseamos que este Año suscite en todo creyente la aspiración a confesar la fe con plenitud y renovada convicción, con confianza y esperanza. Que vivamos orgullosos de nuestra fe en Jesús, nuestro camino, verdad y vida.
- Para que intensifiquemos la celebración de nuestra fe en la liturgia, y de modo particular en la Eucaristía.
- Para intensificar el testimonio de la caridad. ¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? La fe lleva el compromiso con el hermano y la sociedad; la fe y el amor se necesitan mutuamente.
¿Dónde se vive la fe? Hay cuatro espacios privilegiados:
- En el interior, en el corazón de cada persona Es Jesús que toca siempre a la puerta de nuestros corazones. En este año abramos las puertas de par en par.
- En nuestras familias cuando al igual que Lázaro, Marta y María tenemos a Jesús como el gran invitado de nuestro hogar.
- En nuestras Parroquias lugar donde la Iglesia se hace viva celebrando y compartiendo su fe en la Escucha de la Palabra, la celebración de la Eucaristía y el caminar comunitario.
- En el amor fraterno y solidario con el hermano más necesitado donde nos encontramos con el rostro de Cristo: Tuve hambre y me dieron de comer….
Todos necesitamos avivar y fortalecer nuestra fe: obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos, laicos, familias, servidores públicos, niños, jóvenes, enfermos, sanos, pobres, ricos… Todos necesitamos escuchar con más atención estas palabras de Jesús:
Y ustedes ¿Quién dicen que soy yo? ¿Me amas…? ¡Quién quiera seguirme…! El Señor Jesús espera hoy nuestra respuesta.
Como sus Pastores les invitamos a que todos vivamos intensamente este Año de la Fe: No tengamos miedo, abrámosle las puertas a Cristo. Volvamos nuestro corazón y nuestra vida al Señor Jesús, escuchando su Palabra; alimentándonos de su Pan de vida en la Eucaristía, vivamos como familia el Domingo, día del Señor; dialoguemos con Él en la oración y fortalezcamos nuestro amor familiar y nuestra solidaridad de ayuda generosa al hermano necesitado. Que nuestra fe sea testimoniada con una vida nueva y buenas obras.
También les invitamos a que estén atentos a las posibles actividades de sus parroquias y de la Diócesis para una buena participación, y así juntos vivamos con alegría este Año de la Fe.
Seamos testigos alegres de nuestra fe con esa confianza de que el Señor Jesús siempre está y estará en nuestra barca.
Reconociendo nuestra fragilidad y presentándole al Señor nuestra sed de Él, digámosle: “Señor, yo creo pero dame Tú la fe que me falta”.
Que nuestra Madre del Cielo, la Virgen María, modelo de fe nos ayude a renovar nuestro SI a su Hijo Jesús para felicidad nuestra, y para bendición de nuestras familias y comunidades.
Reciban nuestra oración y nuestra bendición.
Sus hermanos Obispos
+ Alberto Suárez Inda Arzobispo de Morelia + José Luís Castro Medellín Obispo de Tacámbaro + Javier Navarro Rodríguez Obispo de Zamora + Miguel Patiño Velázquez Obispo de Apatzingán + Fabio Martínez Castilla Obispo de Ciudad Lázaro Cárdenas |
+ Octavio Villegas Aguilar Obispo Auxiliar de Morelia + Carlos Suárez Cázares Obispo Auxiliar de Morelia + Juan Espinosa Jiménez Obispo Auxiliar de Morelia + Jaime Calderón Calderón Obispo Auxiliar de Zamora |