El Beato Guido María Conforti nació el 30 de Marzo de 1865 en Ravadase, pueblecito de la provincia de Parma (Italia). Siendo aún muy joven, contemplando la imagen de un Crucifijo, descubrió el Amor de Dios y la necesidad de comunicarlo a todos. Más tarde, leyendo la vida de S. Francisco Javier, sintió que en el misionero navarro estaba resumido el ideal de vida que había descubierto en el rostro de Cristo en la Cruz.
Decidió así dedicar toda su vida a "la más noble de las causas": anunciar, como Javier, el Evangelio hasta los confines de la tierra . El 3 de Diciembre de 1895, Guido fundó una familia misionera: los Misioneros Javerianos, dedicados exclusivamente a llevar la noticia del amor de Dios a quienes aún no lo conocen.
Llamado a ser obispo, Conforti trabajó para que toda la Iglesia viviese la urgencia de la Misión.
Quiso que su diócesis fuese misionera, fue Obispo de Parma y misionero del mundo. El 5 de Noviembre de 1931, Guido María Conforti entregó su vida de pastor y misionero en las manos del Padre. El 17 de marzo de 1996 el Santo Padre, Juan Pablo II, declaró beato a Guido María Conforti, "modelo de pastor y misionero".