La vida exige tareas de prevención y de mantenimiento

Escrito por Mons. José Luis Chávez Botello

Constatamos a nuestro alrededor visiones y posturas encontradas tanto en personas como en diferentes sectores de nuestra sociedad en la manera de vivir el presente y de construir el futuro del país y de Oaxaca. En no pocas personas es patente la confusión, el desencanto y la indiferencia por no experimentar los avances y logros esperados; esto puede llevar al desaliento, a debilitar la credibilidad, alimentar la desconfianza y la marginación; la división, la corrupción y la violencia pueden crecer.

Cuando nos alcanzan vientos y tormentas fuertes nos detenemos, nos limpiamos bien los ojos para ver por dónde vamos y estar seguros de caminar por el sendero adecuado que nos lleve a donde queremos llegar; si no lo hacemos, corremos el riesgo de alejarnos de lo que anhelamos y caminar en vano. ¿A dónde camina realmente nuestra familia, nuestra sociedad y nuestro país?, ¿A dónde queremos llegar?. Estamos casi al final de un año con nuevos diputados y senadores, a unas cuantas semanas de la nueva administración de gobierno en el país, de presidentes y autoridades municipales en buen número de comunidades que en Oaxaca se rigen por usos y costumbres. Se impone detenernos, revisarnos como personas y como miembros de esta sociedad en vistas a cambiar para mejorar nuestra manera de actuar y así marcar un futuro mejor.

La prevención de enfermedades y de posibles desastres está mostrando su importancia para la vida de las personas y de la sociedad con frutos de menor daño y mayor calidad de vida: las campañas de vacunación, la semana de salud, el llamado oportuno para asumir acciones y comportamientos adecuados ante posibles huracanes o inundaciones, la alarma que anuncia un temblor; comienza también a penetrar la necesidad de revisar y mejorar la alimentación y del ejercicio físico. Un aprendizaje social y una manera de vivir que debe penetrar cada vez más la vida de las familias y de toda nuestra sociedad; una manera constructiva de aplicar la ciencia, la técnica y la autoridad al servicio de la vida y del bien común. Nuestro reconocimiento y gratitud a quienes proyectan así sus conocimientos y cualidades; nuestra exhortación para que impulsemos aún más esta labor aportando todos nuestro granito de arena.

La vida de las personas y de la sociedad requiere también asumir e impulsar tareas concretas, adecuadas y eficaces de prevención y de mantenimiento en el campo de los valores y de las convicciones; es la interioridad, la dimensión moral y espiritual de la persona humana. Se requiere una sensibilización para prevenir los daños y asegurar la alimentación adecuada en este campo para adquirir los valores y virtudes fundamentales; no basta contar con aparatos nuevos, buen automóvil y conocimientos, es absolutamente indispensable la electricidad o gasolina para ponerlos a funcionar y aprovechar sus capacidades; así también en la dimensión moral y espiritual las personas y toda sociedad requerimos alimentarnos y mantenernos conectados a la fuente de energía espiritual.

Nuestro país, buen número de comunidades y millones de personas se han visto dañadas gravemente en su interioridad que es el campo donde se cultivan los valores, los motivos profundos, las convicciones y actitudes que le dan sentido, dinamismo, rumbo y calidad a la vida; vivimos una etapa de emergencia moral y espiritual que nos urge una profunda revisión y restauración en este campo a todos los niveles. Nuestro país requiere la participación de todas las personas capacitadas que pueden diseñar e instrumentar un camino con pasos y acciones adecuadas que nos lleven a una verdadera restauración moral y espiritual a todos los niveles.

La identidad, unidad y vida de calidad de México y de nuestros pueblos dependen directamente de la salud y fortalecimiento de su dimensión moral y espiritual; todas las personas de buena voluntad, especialmente los artistas, intelectuales, profesionistas, empresarios, gobernantes, maestros, líderes de todos los sectores, jóvenes y padres de familia tenemos la oportunidad y el deber de impulsar esta emergencia.

Con mi saludo y bendición para todos.

+ José Luis Chávez Botello
Arzobispo de Antequera Oaxaca
Noticia: 
Nacional