Ciudad del Vaticano, 13 noviembre 2012 (VIS).- “El hospital como lugar de evangelización, misión humana y espiritual” es el tema de la XXVII Conferencia Internacional del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios (Para la Pastoral de la Salud) que tendrá lugar del del 15 al 17 de noviembre en el Aula Nueva del Sínodo y concluirá con la audiencia en que Benedicto XVI recibirá a los participantes.
El arzobispo Zygmunt Zimowski, presidente de ese dicasterio y el padre Augusto Chendi M.I., subsecretario del mismo han ilustrado esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede los objetivos de la Conferencia.
“Id, enseñad y curad a los enfermos”,-ha dicho el prelado- es el mandato de Jesús sobre el que se basan dos de las actividades fundamentales y siempre actuales de la Iglesia; el anuncio de la Palabra y la cura de los enfermos (...) Los hospitales, a la luz del Año de la Fe y del reciente Sínodo de los obispos, en su calidad de lugares privilegiados de evangelización, también en los países avanzados tecnológicamente, constituyen hoy más que nunca encrucijadas de culturas y religiones, ámbitos de expresión profunda (...) del Apostolado de la Misericordia, como lo definía el beato Juan Pablo II”.
“En los países industrializados -ha observado - además de la grave coyuntura económica y financiera que atenaza a numerosas naciones y las ha hecho replantearse, incluso de forma drástica, los servicios sanitarios, se debe hacer frente a grandes desafíos, a partir de la salvaguardia de la identidad de los hospitales y otros lugares de la sanidad católica y del mantenimiento de su papel específico de subsidiaridad. Y todo ello, sin dejar en segundo plano cuestiones fundamentales como el absoluto respeto de la vida desde la concepción hasta la muerte natural; la humanización de las curas, es decir, del respeto pleno que se debe al enfermo, a su identidad y sus vivencias; las curas paliativas, etc...”.
Por cuanto respecta a los países con mayores dificultades económicas, el arzobispo, ha recordado las graves dificultades para acceder a las curas de base y el hecho de que a menudo “las personas mueren por la falta de medicinas que cuestan poco más de un dólar, como en el caso de las terapias contra la malaria”, así como la falta de instrumentos diagnósticos básicos, la formación especializada del personal sanitario, impedida, en primer lugar “ por la falta de posibilidades, generalmente, económicas “ y de ampliar los estudios. “Lo poco que hay a disposición en los hospitales activos en las regiones más pobres -subrayó- se utiliza en favor de toda la población y sin distinciones basadas en la fe o la pertenencia étnica, como enseñan la Palabra, las enseñanzas de la Iglesia y el espíritu de la historia de las misiones”.
“Lo que une a los grandes policlínicos metropolitanos y a los pequeños hospitales rurales son -ha finalizado- la relación entre el paciente y el agente sanitario (...) y la pertenencia a la Iglesia Católica Universal, la necesaria adhesión a sus principios y enseñanzas”.
En su intervención el padre Chendi anunció que el Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, con motivo de la próxima Jornada del Enfermo (11 de febrero 2013) publica un manual, traducido en varias lenguas y útil para todo el año litúrgico para ofrecer a los enfermos y a quienes se ocupan de ellos tanto física como espiritualmente, apuntes de reflexión teológica, pastoral y formularios de oración.
“Con este manual, que interesa a toda la Iglesia y en particular al mundo de la salud, a las parroquias y al variado mundo del voluntariado queremos crear- ha dicho- la comunión de gracia, oración y caridad mutuas, que ve en el misterio del sufrimiento y en el mundo sanitario el testimonio especular, concreto y diario, de aquellos que hacen bien a quien sufre y de los que hacen el bien con sus propios sufrimientos y, de esa manera, atestiguan una fe que desde el lecho del dolor y al lado del que sufre es fuente, no secundaria, de evangelización y esperanza”.