2012-11-21 Radio Vaticana
(RV).- Como todos los miércoles, el Santo Padre Benedicto XVI celebró esta mañana a las 10,30, en el Aula Pablo VI de la Ciudad del Vaticano, su tradicional audiencia general, en la que participaron varios miles de fieles y peregrinos procedentes de numerosos países, deseos de escuchar la catequesis del Papa y de recibir su bendición apostólica.
En esta ocasión asistieron a esta audiencia el Ministro del Ambiente de Polonia, un grupo de diplomáticos iraquíes y el Ministro de Asuntos religiosos del Kurdistán iraquí. Al término de la audiencia el Cardenal Jean-Louis Tauran, saludó al Papa con los miembros del Centro para el Diálogo Interreligioso de la Organización para las relaciones islámica con la cultura.
En su catequesis el Papa explicó que la fe no es ciega, sino que trata de entender y demostrar que es razonable. Las verdades de la fe no son una simple información sobre Dios, sino que expresan el evento del encuentro de Dios con los hombres, encuentro de salvación y liberación. También explicó que el misterio de Dios es sobreabundancia de sentido y verdad. La cruz tiene su razón - dijo el Pontífice- a la vez que destacó que la fe abre el horizonte a los descubrimientos de la ciencia. Mientras el Evangelio inaugura un nuevo humanismo.
Al saludar en nuestro idioma a los peregrinos procedentes de América Latina y de España el Papa los invitó a descubrir en nuestro Señor el sentido de la existencia y el fundamento de nuestra libertad:
Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, México y otros países latinoamericanos. Invito a todos a descubrir en Cristo el sentido de la existencia y el fundamento de la verdadera libertad. Muchas gracias.
El Santo Padre también afirmó que reza por todas las personas de lengua árabe, a quienes deseó la bendición de Dios.
Al saludar los peregrinos polacos que participaron en esta audiencia Benedicto XVI dio su bienvenida a los participantes en la peregrinación nacional de los Forestales polacos; a quienes les deseó que su trabajo contribuya a la conservación de la belleza de la naturaleza. También saludó al grupo de los diversamente hábiles junto a quienes los asisten, pertenecientes al Grupo de las Escuelas de “don Tischner” de Toruń. Y formuló votos para que la bienaventurada Virgen María, de quien recordamos su presentación al templo, sea para todos “modelo del abandono en Dios y del cumplimiento de su voluntad”.
A los peregrinos eslovacos, especialmente a los de Bratislava, Nitra y Rožňava, el Obispo de Roma les recordó que el domingo 18 de noviembre, en las Basílicas Papales de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo se celebró la fiesta de la Dedicación. Por esta razón, antes de bendecirlos, les deseó que su visita a estas antiguas iglesias los ayude a profundizar su amor por la Iglesia fundada en los Apóstoles.
De la misma manera el Santo Padre saludó con alegría a los peregrinos croatas, especialmente a los miembros de la Compañía artístico-cultural “Okićka Trešnja”, así como a los miembros de la unión de la Sangre de Cristo, a quienes les deseó que “Cristo Rey, cuya venida en la fe y en la esperanza esperamos con alegría, los bendiga y proteja, a ellos y a sus familias.
En esta ocasión el Pontífice también dirigió unas palabras de corazón a los peregrinos lituanos, de modo particular al coro mixto “Dermė” de Širvintai, a quienes les deseó que su orante visita a la Ciudad de los Apóstoles y de los Mártires refuerce sus pasos en el camino cotidiano de la fe.
Hablando en italiano y como es costumbre, el Santo Padre saludó con afecto a los enfermos, recién casados y jóvenes presentes en esta audiencia, especialmente a los alumnos de la Escuela Beata María Cristina Brando, de Casoria. Y al recordar que el próximo domingo, último del Tiempo ordinario, celebraremos la solemnidad de Cristo Rey del universo, Benedicto XVI deseó a los jóvenes que pongan a Jesús en el centro de sus vidas, para recibir de Él luz y valor en cada elección cotidiana. Que Cristo, “que hizo de la Cruz un trono regale, les enseñe a ustedes, queridos enfermos – les dijo el Papa – a comprender el valor redentor del sufrimiento vivido en unión con Él”. Mientras a los recién casados les deseó que reconozcan la presencia del Señor en su camino matrimonial, de modo que participen en la construcción de su Reino de amor y de paz.
Y teniendo en cuenta que hoy celebramos la memoria litúrgica de la Presentación de la Bienaventurada Virgen María al Templo, el Papa recordó que también se celebra la Jornada por las claustrales. Por esta razón aseguró a las hermanas llamadas por el Señor a la vida contemplativa su especial cercanía junto a la de la entera Comunidad eclesial. “Renuevo al mismo tiempo la invitación a todos los cristianos a fin de que no hagamos faltar a los monasterios de clausura el necesario apoyo espiritual y material. ¡En efecto –dijo el Santo Padre – tanto debemos a estas personas que se consagran totalmente a la oración por la Iglesia y por el mundo!
(María Fernanda Bernasconi – RV).