Escrito por Mons. Alberto Suárez Inda
Este domingo iniciamos el Adviento, tiempo de preparación para la Navidad. Celebrar esta fiesta, más que conmemorar un acontecimiento del pasado, es disponernos a recibir hoy a Jesucristo que viene a nosotros.
El mundo y nuestra sociedad, quizá sin saberlo, tienen gran necesidad de encontrar a Jesucristo, el Salvador. En medio de frustraciones y vacíos, la inquietud del corazón humano no puede cancelarse, de alguna manera experimentamos sed de Dios. Nunca más actual el pensamiento de San Agustín: “Nos creaste para Ti, Señor, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti”.
En una época de turbulencias sociales y de excesiva propaganda comercial, necesitamos recuperar el verdadero sentido de este acontecimiento. Vivir la Navidad es el encuentro con Dios hecho hombre, el Único que puede darnos la paz y la verdadera alegría.
Preparar el Nacimiento en nuestras casas es ya abrir la puerta a Aquel que nació en un pesebre; pero implica también reconocerlo y aceptarlo en el que sufre, en el que hoy requiere nuestra comprensión, aprecio y ayuda.
Poco más de tres semanas son un tiempo muy corto que hemos de aprovechar intensamente. En el estudio y trabajo, en las vacaciones y la convivencia, no olvidemos la importancia de buscar momentos de oración para avivar nuestra fe.
Por iniciativa del Consejo Interreligioso de Michoacán, en el que participamos representantes de diferentes denominaciones religiosas y compartimos la misma fe en Jesucristo Señor, invitamos a todos a dedicar este mes de diciembre a orar y trabajar a favor de la paz. Con el lema “Paz en la tierra, paz en Michoacán”, se está organizando, el próximo domingo 2 de diciembre a las 18 horas, una peregrinación silenciosa desde el Jardín Villalongín hacia la Plaza Valladolid. Participarán estudiantes universitarios y quienes gusten acompañar. En seguida tendrá lugar el encendido del Árbol monumental y el tradicional Concierto Navideño con el Coro de las mil voces.
Los invito a que en todas nuestras comunidades parroquiales hagamos oración por nuestra patria, pidiendo al Señor que ilumine y mueva a gobernantes y ciudadanos para que consigamos la paz y la justicia. Santa María de Guadalupe interceda por nuestro querido México.
Arzobispo de Morelia