2012-12-13 L’Osservatore Romano
“Queridos amigos, me uno a vosotros con alegría por medio de Twitter. Gracias por vuestra respuesta generosa. Os bendigo a todos de corazón”. Al término de la audiencia general del miércoles 12 de diciembre por la mañana, desde un tablet que le ofrecieron cuatro jóvenes, Benedicto XVI lanzó a la red su primer tuit desde la cuenta @pontifex, cuyos followers, en el momento, superaban el millón.
Un gesto que había explicado indirectamente durante la catequesis, al subrayar que “Dios no se ha retirado del mundo, no está ausente, sino que nos sale al encuentro en diversos modos que debemos aprender a discernir”. Y entre los espacios donde es posible vislumbrar los signos de la presencia de Dios en el mundo están también las nuevas herramientas que la tecnología brinda para comunicar, sobre todo en el ambiente de los jóvenes.
En su reflexión, dedicada al tiempo de Adviento, el Papa había partido de la premisa de que Dios manifiesta su rostro en Jesús de Nazaret y pide al hombre la decisión de reconocerle y seguirle: “La revelación de Dios en la historia —dijo al respecto— para entrar en relación de diálogo de amor con el hombre da un sentido nuevo a todo el camino humano”. Y de tal modo “la historia no es una simple sucesión de siglos, sino el tiempo de una presencia que abre a una sólida esperanza”. De aquí la invitación de Benedicto XVI, sobre todo en este Año de la fe, de retomar “cada vez con mayor frecuencia la Biblia para leerla y meditarla” y “prestar más atención a las lecturas de la misa dominical”. Y precisó que para los cristianos la palabra Adviento “indica una realidad maravillosa e impresionante: Dios ha traspasado su Cielo y se ha inclinado sobre el hombre; ha hecho alianza con él entrando en la historia”. Así, el tiempo litúrgico de preparación a la Navidad “nos recuerda siempre de nuevo” esta presencia divina en los acontecimientos humanos; por ello también nosotros, “con nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad, estamos llamados cada día a vislumbrar y a testimoniar esta presencia, en el mundo frecuentemente superficial y distraído”.