2013-01-05 L’Osservatore Romano
Trescientos ochenta y ocho conflictos armados, veinte de ellos de alta tensión; sesenta y nueve crisis humanitarias proclamadas; cuarenta y uno los llamamientos desesperados que requieren respuesta inmediata. Cifras que reflejan la dramática situación en la que se precipita gran parte de la población mundial y que evidencian también el compromiso de Cor Unum -el organismo encargado de distribuir la caridad del Papa- en el año recién concluido. Siria, Libia, Bangladesh, Sur de Sudán, Bolivia, Paraguay: son algunos de los países donde más fuerte ha sido la intervención del dicasterio en 2012, año además caracterizado por la reforma estructural de Caritas Internationalis, “una federación fundamental -dice monseñor Giampiero Dal Toso, secretario de Cor Unum, a nuestro periódico- para hacer más eficaz aún la intervención de la Iglesia”, y por la publicación del motu proprio Intima Ecclesiae natura, a través del cual se ha querido “reafirmar la comunión eclesial profunda entre los organismos de caridad católicos en la persona del obispo”, que es garante de la caridad de la Iglesia.

Mario Ponzi