“Lo que el Señor exige de nosotros”

2013-01-18 Radio Vaticana
(RV).- Con este lema comenzó este 18 de enero la Semana de Oración por la unidad de los cristianos que concluirá el próximo 25 de enero, fiesta de la conversión de San Pablo Apóstol.

Este año, el Consejo ecuménico de las Iglesias y el Consejo Pontificio para la unidad de los cristianos han encomendado a los cristianos de la India la preparación de los textos, y el tema que han elegido es la cuestión de la discriminación de los Dalit, es decir de los que no pertenecen a ninguna casta en el contexto de la sociedad india, pero también dentro de las comunidades cristianas.

“La división entre los cristianos en la India, en las Iglesias y entre las Iglesias – se lee en la introducción del texto preparado para esta ocasión – está muy acentuada en el sistema de las castas. Las castas, como el apartheid, el racismo y el nacionalismo, son todos fenómenos que plantean graves desafíos a la unidad de la Iglesia en la India y, por tanto, al testimonio de la Iglesia como único Cuerpo de Cristo.

Como cuestión que crea división también dentro de la Iglesia, el sistema de las castas representa asimismo un problema doctrinal. De ahí que con esta mirada, la Semana de Oración por la unidad de los cristianos de este año invita a detenerse en el célebre texto bíblico del libro del profeta Miqueas (6,6-8), centrando la atención, como tema principal, en la pregunta de “¿qué quiere Dios de nosotros?”. Por esta razón, la experiencia de los Dalit se convierte en el crisol del que surgen las reflexiones teológicas sobre este tema bíblico.

Desde Tierra Santa esta Semana de Oración representa un llamamiento a la unidad de todo Oriente Medio

También en Tierra Santa las Iglesias cristianas se han preparado con grandes expectativas para esta Semana de Oración, que representa un llamamiento a la unidad que es urgente en todo Oriente Medio, en este período dominado por las divisiones y las persecuciones.

En Jerusalén, cada día de la semana, los cristianos pertenecientes a las diversas comunidades locales de la Ciudad Santa, se reunirán en las Iglesias de las demás confesiones para rezar juntas. De hecho se comienza mañana, sábado 19 de enero, en la Iglesia del Santo Sepulcro, en el Calvario, con el oficio de la Iglesia greco-ortodoxa, para proseguir en los días siguientes en la catedral anglicana de San Jorge, en la Armenia de Santiago, y en la iglesia luterana del Redentor.

El miércoles 23 de enero la Custodia de Tierra Santa hospedará la oración en la iglesia de San Salvador. Siro-ortodoxos, etíopes-ortodoxos y greco-ortodoxos concluirán esta Semana de Oración por la unidad de los cristianos hospedando a las demás comunidades en sus respectivas iglesias.
(María Fernanda Bernasconi – RV).

En esta Semana de Oración por la unidad de los cristianos, el Papa invita a rezar

(RV).- Al final de su catequesis el Papa invitó a rezar con las siguientes palabras:

Pasado mañana, viernes 18 de enero, comienza la Semana de oración por la unidad de los cristianos, que este año tiene como tema: «Lo que el Señor exige de nosotros», inspirado en un pasaje del profeta Miqueas (Cfr. Mi 6, 6-8). Invito a todos a orar, pidiendo con insistencia a Dios el gran dono de la unidad entre todos los discípulos del Señor. Que la fuerza inagotable del Espíritu Santo nos impulse a un empeño sincero de búsqueda de la unidad, para que podamos profesar todos juntos que Jesús es el Salvador del mundo.

(María Fernanda Bernasconi – RV).

REFLEXIÓN EN EL OCTAVARIO DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS:

Primer día "Caminar en conversación"

Comentario Caminar humildemente con Dios significa caminar como personas que hablan unos con otros y con el Señor, estando siempre atentos a lo que oímos. Y así empezamos nuestra celebración de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos reflexionando sobre pasajes de la Escritura que hablan de este quehacer fundamental que es la conversación. La conversación ha sido algo primordial para el movimiento ecuménico, al abrir espacios para que aprendamos unos de otros, compartiendo lo que tenemos en común y haciendo que nuestras diferencias salgan a la luz y sean abordadas. Esta es la forma en que se desarrolla el entendimiento mutuo. Los dones que derivan de la búsqueda de la unidad son parte de nuestra vocación fundamental de responder a lo que Dios exige de nosotros: a través de la conversación verdadera se hace justicia y aprendemos la amabilidad. Las experiencias de liberación real en todo el mundo muestran claramente que el aislamiento de las personas a las que se hace vivir en pobreza se supera forzosamente con la práctica del diálogo.

La lectura del Génesis de hoy y la historia de Pentecostés reflejan a la vez algo de este acto humano y su lugar en el plan de liberación de Dios para su pueblo. La historia de la torre de Babel describe en primer lugar cómo es posible realizar grandes empresas cuando no existen barreras lingüísticas. Sin embargo, la historia también narra el modo en que esta capacidad es comprendida como base para la autopromoción: “hacernos famosos” es lo que motiva la construcción de la gran ciudad. Al final este proyecto lleva a la confusión de las lenguas; desde este momento tenemos que aprender a conocer nuestra propia humanidad por medio de la escucha paciente del otro que es un extranjero para nosotros. Por medio de la efusión del Espíritu en Pentecostés se hace posible de un modo nuevo la comprensión por encima de las diferencias gracias al poder de la resurrección de Cristo. Ahora se nos invita a compartir el don de hablar y de escuchar orientados hacia el Señor y hacia la libertad. Estamos llamados a caminar en el Espíritu.La experiencia de los discípulos en el camino de Emaús es una conversación que tiene lugar en el contexto de un viaje que hacen juntos, pero también de una pérdida y de una esperanza defraudada. Como Iglesias que vivimos con diferentes niveles de desunión y como sociedades divididas por prejuicios y miedo al otro, nos podemos reconocer en ello. Pero he aquí que Jesús elige unirse a la conversación precisamente en este momento – no presumiendo del rol superior de maestro, sino caminando al lado de sus discípulos. Su deseo de tomar parte en nuestra conversación y nuestra respuesta de querer que se quede y que hable más con nosotros es lo que permite un encuentro real con el Señor Resucitado.

Todos los cristianos saben lo que significa este encuentro con Jesús, y el poder de su palabra que ‘arde en nuestro corazón’; esta experiencia de resurrección nos llama a una unidad más profunda en Cristo. La conversación constante entre nosotros y con Jesús –también en nuestra misma desorientación – nos mantiene caminando juntos hacia la unidad.Oración

Jesucristo, confesamos con alegría nuestra identidad común en Ti y te damos gracias por invitarnos a un diálogo de amor contigo. Abre nuestros corazones para que podamos compartir más plenamente tu oración al Padre de que seamos uno, y para que, mientras viajamos juntos, podamos unirnos cada vez más unos a otros. Danos la valentía para que podamos dar testimonio juntos de la verdad y que nuestras conversaciones puedan abrazar a los que perpetúan la desunión. Manda tu Espíritu que nos dé fuerza para combatir las situaciones en las que falta dignidad y compasión en nuestras sociedades, nuestras naciones y en el mundo.Dios de vida, condúcenos a la justicia y la paz. Amén.

Preguntas

¿Dónde practicamos una verdadera conversación más allá de las diferencias que nos separan?

¿Está orientada nuestra conversación a una gran empresa solamente nuestra o hacia la vida nueva que trae esperanza de resurrección? ¿Con qué personas conversamos y quién no está incluido en nuestra conversación?