MARTIRIO era monje en el país de los Abruzos. Se mostró un fiel servidor de Dios todopoderoso y dio una prueba de su virtud en una circunstancia particular.
Los hermanos habían colocado un pan bajo las cenizas para cocerlo, pero se habían olvidado de trazar sobre la torta una cruz, como es costumbre en esas provincias. Martirio constató la omisión y advirtió a los hermanos, cuando ya el pan estaba bajo los carbones ardientes. Después, con su dedo trazó una cruz sobre las brasas y se produjo inmediatamente un ruido que provenía del fondo del hogar. Un poco más tarde, cuando se retiró el pan, lo encontraron marcado con la cruz.
Este santo está inscrito en el martirologio, el 23 de enero. Algunos hagió- grafos, equivocados por las vagas expresiones de esta mención, han pensado que se trataba del San Martirio de que habla San Gregorio en su homilía XXXIX sobre los evangelios; pero se trata más bien de otro Martirio, que aparece en los Diálogos del mismo Papa, según lo que se dice en las adiciones al martirologio de Usuardo: "Martyrii monachi de quo in 'Dialogis' B. Gregorius".
Butler Alban - Vida de los Santas