LA URNA que contenía el cuerpo de Santa Margarita, era la gloria de la Iglesia de las religiosas cistercienses de Seauve Bénite, en la diócesis de Puy-en-Velay, que antiguamente la guardaban y constituía la atracción para innumerables visitantes de toda la comarca. La antigua edición de "Gallia Christiana y Dom Bcaunier, el monje maurista, confirman la tradición de que Margarita era inglesa y que su sepulcro era famoso por los milagros que en él se obraban. Por otro lado, en una antigua biografía francesa, se le describe como una noble húngara. En el colegio jesuíta de Clermont, en París, se conservaba una copia del manuscrito. La madre de Margarita, quien probablemente era de descendencia inglesa, llevó a su hija en una peregrinación a Tierra Santa y ambas se entregaron allá a la oración y la penitencia, primero en Jerusalén, luego en Belén. Después que Santa Margarita enterró a su madre en Tierra Santa, hizo una peregrinación a Montserrat, en España, y después al santuario de Nuestra Señora, en Puy. Posteriormente, se retiró al monasterio cisterciense de Seauve Bénite, donde terminó sus días.
Butler Alban - Vida de los Santos