SAN AMBROSIO reconoce orgullosamente a esta santa como la honra mayor de su familia. Sotera descendía de una larga línea de cónsules y prefectos, pero su gloria principal radica en el desprecio que, por amor a Cristo, sintió por su noble cuna, sus riquezas, su gran belleza y todo lo que el mundo considera tan valioso. Desde muy joven consagró su virginidad a Dios y para evitar los peligros a que estaba expuesta, se negó resueltamente a portar cualquier ropaje o adorno que hiciera resaltar su belleza. Su virtud la preparó para confesar la firmeza de su fe, cuando se inició la persecución de Diocleciano y Maximiano contra los cristianos y ella fue obligada a comparecer ante los magistrados. Por orden del juez la abofetearon y Sotera dio gracias al cielo por verse maltratada en la misma forma que su Salvador. Aunque el juez mandó que la torturaran cruelmente, no consiguió que la santa exhalara.un gemido o derramara una lágrima. Al fin, vencido por su constancia, ordenó que fuera decapitada. Debemos admitir que no sabemos claramente si todo esto sucedió a un mismo tiempo o en varias etapas. Puede ser que Santa Sotera haya sido aprehendida y torturada cuando era una jovencita durante la persecución de Decio y que cincuenta año después, bajo Diocleciano, alcanzara la corona del martirio, al morir decapitada por su fe.
Butler Alban - Vida de los Santos