ABRAHAM NACIÓ en Cirrus de Siria. Se hizo ermitaño y, ardiendo en celo por extender el Evangelio, fue a un poblado en el Monte Líbano, habitado por paganos. Se dice que primero se presentó entre ellos como vendedor de fruta, pero que tan pronto como comenzó a predicar el cristianismo, se sublevaron contra él y lo maltrataron. Sin embargo, a fuerza de paciencia y humildad, poco a poco logró su intento. Aunque había estado a punto de morir en manos de los lugareños, pidió dinero prestado para evitar que el recaudador de impuestos los metiese en prisión por falta de pago. Así los ganó para Cristo. Después de instruirlos por tres años, los dejó al cuidado de un sacerdote y volvió a su desierto. Algún tiempo después, fue ordenado obispo de Carras en Mesopotamia, y logró acabar con la idolatría, las discordias y otros males. San Abraham combinaba el recogimiento y la penitencia del monje con el enérgico cumplimiento de sus deberes episcopales. Murió en 422 en Constantinopla, a donde había sido llamado por el emperador Teodosio II , quien lo estimaba mucho y lo trataba con gran deferencia. El emperador conservó una de sus camisas de crin, y la usaba en determinados días, p o r veneración al santo.
Butler Alban - Vida de los Santos