Gratitud a S.S. Benedicto XVI

Escrito por Comunicación y Prensa CEM

México, D.F., 26 de febrero de 2013

“La fe consiste en creer en lo que no vemos y la recompensa es ver lo que creemos" (San Agustín)

Circular No. 12/13

El Consejo de Presidencia y el Consejo Permanente del Episcopado Mexicano, atendiendo a la iniciativa de varios señores Obispos, me ha encomendado dirigirme a usted para invitarle a que, como Iglesia que peregrina en México, nos unamos el día 28 de febrero a las 20:00 hrs. tiempo de Roma (13:00 hrs. tiempo del centro de México) en acción de gracias a Dios por el fructífero pontificado de S.S. Benedicto XVI, con el repique de las campanas de las catedrales y los templos de las diócesis y prelaturas de la República Mexicana.

Pongamos en manos de Dios, por intercesión de Santa María de Guadalupe, al Papa Benedicto XV, de cuya visita a nuestra patria conservamos un grato recuerdo, así como a la Iglesia Universal, que entra en sede vacante, implorando nos conceda un nuevo Papa según su voluntad.

+ Eugenio Lira Rugarcía
Obispo Auxiliar de Puebla
Secretario General de la CEM

Se adjunta a la presente una breve reseña biográfica del Santo Padre, preparada por la Secretaría General de la CEM, esperando sea de utilidad.

BENEDICTO XVI
BREVE RESEÑA BIOGRÁFICA
S.E. Mons. Eugenio Lira Rugarcía
Obispo Auxiliar de Puebla
Secretario General de la CEM

Joseph Ratzinger nació el 16 de abril de 1927, en Alemania. A los 12 años ingresó al seminario menor. Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando tenía 16 años, fue obligado a reclutarse junto con sus compañeros seminaristas en los servicios antiaéreos de Munich. Al concluir la Guerra y tras ser liberado de un campo de prisioneros de guerra, pudo retomar su formación sacerdotal.

Fue ordenado sacerdote en 1951, junto con su hermano George, y designado como coadjutor parroquial. Tras concluir su doctorado, comenzó una brillante carrera docente en el Seminario de Frisinga y en las universidades de Bonn, Münster, Tubinga y Ratisbona. También publicó valiosas obras de investigación. En 1962 participó en el Concilio Vaticano II como perito teólogo.

Miembro de la Pontificia Comisión Teológica Internacional, en 1977 el Papa Paulo VI lo nombró Arzobispo de Munich y de Frisinga, y poco después, Cardenal. Participó en 1978 en dos cónclaves: en el que fue electo Juan Pablo I, y tras la repentina muerte de éste, en el que fue elegido Juan Pablo II, quien en 1981 le nombró Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y le encomendó dirigir la elaboración del Catecismo de la Iglesia Católica.

El 19 de abril de 2005, 115 cardenales reunidos en cónclave tras la muerte del Papa Juan Pablo II lo eligieron como nuevo Sucesor de San Pedro. Al inaugurar su ministerio petrino afirmó que su programa de gobierno sería ponerse, junto con toda la Iglesia, a la escucha de la palabra y de la voluntad del Señor.

En sus siete años de Pontificado, además de numerosas homilías, catequesis, discursos, mensajes y diversos documentos, publicó el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica y tres encíclicas, en las que nos ha recordado que Dios es amor (1 Jn 4, 16) y que es en la cruz donde se debe definir qué es el amor (cfr. Deus Caritas est, nn. 1, 12,14). Que la esperanza es distintivo de los cristianos, y que llegar a conocer a Dios es lo que significa recibir esperanza (cfr. Spe salvi, nn. 1,3). Que, siendo destinatarios del amor divino debemos convertirnos en instrumentos de su caridad, asumiendo solidariamente nuestras responsabilidades para favorecer un desarrollo integral, del que nadie quede excluido (cfr. Caritas in veritate, nn. 5 y 10).

En 2007 dispuso que el Misal Romano publicado por san Pío V y luego por Juan XXIII en 1962, pueda ser utilizado como Forma extraordinaria de la Celebración litúrgica. En 2009, estableció Ordinariatos personales, sujetos a la Congregación para la Doctrina de la Fe y a los demás dicasterios de la Curia romana, para recibir a los grupos de anglicanos que han solicitado ser admitidos a la plena comunión con la Iglesia católica. Ese mismo año, instituyó el Consejo Pontificio para la promoción de la Nueva Evangelización.

En 20011, con ocasión del XXV aniversario del encuentro de oración por la paz, convocó en Asís a una Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia a los representantes de las diversas religiones del mundo y a personas que no siguen ninguna tradición religiosa.

Fue el primer Papa en las redes sociales con su cuenta de Twitter. Realizó 24 viajes pastorales, entre los que destaca su visita a México (marzo de 2012), donde nos invitó a un esfuerzo solidario que permita a la sociedad renovarse desde sus fundamentos para alcanzar una vida digna, justa y en paz para todos.

Durante su Pontificado, supo enfrentar con verdad, amor y justicia los reprobables casos de abuso sexual contra menores cometidos por algunos clérigos; la respuesta virulenta de algunos grupos fanáticos que interpretaron equivocadamente una frase de su discurso en la Universidad de Ratisbona (2006), en la que citaba una discusión entre el emperador bizantino Manuel II Paleólogo (1350-1425) y un persa acerca el Islam; la incomprensión ante la “remisión de la excomunión” que concedió en 2010 a cuatro obispos consagrados por el Arzobispo Lefebvre, uno de los cuales negaba el holocausto nazi; las irregularidades en la gestión del presidente Instituto para las Obras de Religión (I.O.R.), y la filtración y difusión de documentos secretos por parte de su mayordomo.

El 11 de febrero de 2013, durante un consistorio, anunció que, después de haber examinado reiteradamente ante Dios su conciencia, ha decidido renunciar al ministerio petrino, consciente de que, por lo avanzado de su edad, ya no tiene fuerzas para ejercerlo como los tiempos actuales lo requieren. El 22 de febrero publicó el Motu Proprio “Normas nonnullas” sobre algunas modificaciones a las normas relativas a la elección del Romano Pontífice. El 28 de febrero a las 20:00 hrs. concluye su Pontificado, comenzando así la Sede vacante, por lo que deberá convocarse el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice en un plazo no mayor a veinte días.

Benedicto XVI será “Pontífice emérito” o “Papa emérito”, conservará el trato de “Su Santidad, Benedicto XVI”, vestirá el hábito talar blanco sin la pequeña capa sobre los hombros y se retirará a una vida de oración y meditación en el monasterio “Mater Ecclesiae” al interior del Vaticano.

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