2013-04-28 Radio Vaticana
(RV).- Tal como estaba previsto, este V Domingo de Pascua, en el marco del Año de la Fe, el Papa Francisco confirió, por primera vez, el Sacramento de la Confirmación a cuarenta y cuatro fieles de todo el mundo en representación de toda la Iglesia en los cinco continentes. En su homilía de la misa celebrada a las diez de la mañana en la Plaza de San Pedro, ante 70 mil personas, el Obispo de Roma reflexionó sobre tres puntos: la novedad de Dios, las tribulaciones en la vida y la firmeza en el Señor.
De las novedades mundanas, que son todas provisionales, el Papa dijo que pasan y siempre se busca algo más. Mientras la novedad que Dios ofrece a nuestra vida es definitiva, y no sólo en el futuro, cuando estaremos con Él, sino también ahora, porque Dios está haciendo todo nuevo, el Espíritu Santo nos transforma verdaderamente y quiere transformar, contando con nosotros, el mundo en que vivimos. Por esta razón el Papa pidió que le abramos la puerta a Dios, que dejemos que Él nos guíe y que su acción continua nos haga hombres y mujeres nuevos, animados por su amor, que el Espíritu Santo nos concede.
En su segundo pensamiento el Santo Padre recordó que el camino de la Iglesia, y también nuestro camino cristiano personal, no son siempre fáciles, puesto que encontramos dificultades. Y dijo que a pesar de que seguir al Señor es un camino que encuentra muchos obstáculos, fuera de nosotros, en el mundo en el que vivimos que frecuentemente no nos comprende, y también dentro de nosotros, estas tribulaciones forman parte del camino para llegar a la gloria de Dios, como para Jesús, que ha sido glorificado en la Cruz.
En el último punto de su homilía Francisco invitó a quienes estaban a punto de recibir la Confirmación, y a todos, a permanecer estables en el camino de la fe con una firme esperanza en el Señor. Puesto que aquí está el secreto de nuestro camino. Él nos da el valor para caminar contra corriente.
(María Fernanda Bernasconi – RV).