San Teofilo de Corte

Date: 
Miércoles, Mayo 19, 2021

BLAS DE Signori, el futuro San Teófilo, nació en Corte, localidad de la isla de Córcega. Era el hijo único de una aristocrática pareja. Sus padres fomentaron hasta cierto punto, la piedad del niño, ya que le permitían invitar los domingos a sus camaradas para rezar con ellos y repetir el sermón de la mañana. Pero, cuando Blas huyó de la casa, a los quince años, para tomar el hábito en un convento capuchino, sus padres no le permitieron quedarse ahí. Sin embargo, como Blas persistiese en su deseo de abrazar la vida religiosa, sus progenitores acabaron por concederle, luego de dos años de insistencia, el permiso de tomar el hábito franciscano en su ciudad natal. Blas tomó en religión el nombre de Teófilo y estudió filosofía y teología en Corte, en Roma y en Ñapóles. En 1700, recibió la ordenación sacerdotal y fue nombrado profesor de teología en la casa de retiros de Civitella, donde se hizo íntimo amigo del Beato Tomás de Cori. En 1705, sus superiores le enviaron a predicar misiones al pueblo y el santo, ven- ciendo su timidez natural, se consagró enteramente a la tarea de evangelizar a sus compatriotas.

Pronto dio muestras de poseer dones oratorios excepcionales, ya que su predicación movía tanto a los cristianos tibios como a los pecadores m ás endu- recidos. A su elocuencia, añadía la santidad de su vida y los milagros que Dios obraba por su intercesión. Nombrado guardián de Civitella, se ganó el cariño y la veneración de sus subditos. En 1730, sus superiores le enviaron a Córcega para que fundase ahí una o varias casas como la de Civitella. A pesar de todas las dificultades, San Teófilo consiguió fundar una casa en Luani, donde se practicaba la misma pobreza y austeridad que en la de Civitella. Cuatro años después, volvió a Italia, donde fundó otras dos casas: una en Toscana y otra en Fucechio. Ese mismo año, fue a Roma a dar testimonio para la beatificación de Tomás de Cori. Impresionó tan profundamente al obispo de Nicotera, quien estaba encargado del proceso, que el prelado dijo poco después: "He interrogado a un santo acerca de otro santo". San Teófilo murió en Fucechio, el 20 de mayo de 1740. La multitud que acudió a venerar su cuerpo en la iglesia, fue inmensa; todos le besaban las manos y se llevaban un trocito del hábito, de suerte que fue necesario volver a vestir el cadáver con un hábito nuevo. San Teófilo fue canonizado en 1930.

Alban Butler - Vida de los Santos