SEGÚN el Martirologio Romano y el Liber Pontificalis, Félix I, romano por nacimiento, murió mártir. Pero, casi seguramente, este dato proviene de una confusión con un mártir llamado Félix, que fue sepultado en la Vía Aurelia. De la misma confusión procede el dato del Liber Pontificalis de que el Papa Félix "construyó, en la Vía Aurelia, la iglesia en la que fue sepultado". En realidad sabemos muy poco sobre San Félix. Según parece, ese Pontífice respondió al informe del Concilio de Antioquía sobre la deposición de Pablo de Samosata, quien había comparecido, en Roma, ante el Papa San Dionisio, predecesor de San Félix. Duchesne, Bardenhewer, Harnack y otros especialistas, sostienen que la carta de San Félix que se leyó en el Concilio de Efeso era un documento falsificado por los apolinaristas. La afirmación de que San Félix "decretó que se celebrase la misa sobre las tumbas de los mártires" significa, tal vez, que dicho Papa prohibió la costumbre de dejar un espacio vacío sobre los sepulcros de las catacumbas ("arcosalia"), excepto cuando se trataba de las tumbas de los mártires. De ser así, el sentido del decreto era que sólo podía celebrarse la misa sobre los sepulcros de los mártires. San Félix murió el 30 de diciembre (III kal. jan.) ; sin embargo se le conmemora el 30 de mayo, debido a una confusión entre "jan" y "jun". La "Depositio Episcoporum", que muestra claramente que se trata de un error de fecha, dice que San Félix fue sepultado en el cementerio de Calixto.
Alban Butler - Vida de los Santos