2013-06-08 Radio Vaticana
(RV).- El corazón abierto a la magnanimidad orientada hacia Cristo, la búsqueda de nuevas formas de educación no convencionales, los desafíos que plantea la política a los cristianos, la pobreza que nos acerca a Jesús: estos fueron los temas principales del encuentro de ayer del Papa Francisco, en el Aula Pablo VI del Vaticano, con cerca de 8.000 estudiantes de los colegios de los jesuitas de Italia y Albania. Una fiesta de alegría y afecto de los chicos con el Papa. Éste, rompiendo los esquemas, quiso entablar un diálogo directo con los chicos en lugar de leer un “aburrido” discurso, como lo calificó el mismo Santo Padre.
Dos niñas pequeñas fueron entre las primeras que hablaron con el Pontífice. Teresa, le preguntó si quería hacer el Papa; Sofía, si veía aún a sus amigos.
Pero, yo soy Papa desde hace dos meses y medio... Mis amigos viven a 14 horas de avión de aquí, están muy lejos. Pero quiero decirles una cosa: vinieron tres de ellos a verme y a saludarme, y los veo y me escriben y los amo tanto. No se puede vivir sin amigos".
“De los jesuitas me gustaba la misionariedad”, respondió luego el Papa a una pregunta sobre su vocación. Y después contestó por qué había decidido vivir en la Casa de Santa Marta.
Yo tengo necesidad de vivir entre la gente, y si yo viviera solo, tal vez un poco aislado, no me haría bien. Pero esta pregunta me la ha hecho un profesor: "¿Pero por qué usted no va a vivir allí en el Palacio Pontificio?'. Le dije: 'oiga, profesor: por razones psiquiátricas ", eh? ¿Porque... es mi personalidad ".
Los chicos le preguntaron también al Santo Padre si había sido difícil seguir su vocación y dejarlo todo:
“Hay momentos oscuros, de oscuridad interior. Hay dificultades. Pero es tan bonito seguir a Jesús, seguir el camino de Jesús, que luego uno sopesa y decide ir adelante. Y luego llegan los momentos más bellos. Pero nadie debe pensar que en la vida no habrá ninguna dificultad. También a mí me gustaría hacer una pregunta, ahora: ¿cómo piensan ir adelante con las dificultades? ¡No es fácil! Pero tenemos que seguir adelante, con fuerza y con confianza en el Señor: con el Señor, todo se puede."
El Papa Francisco hacia el final del encuentro habló a los jóvenes sobre los males de la sociedad y les advirtió que, ante las dificultades, levanten la mirada y el corazón a la esperanza de Jesús.
"No se dejen robar la esperanza. Por favor: no se la dejen robar ¿Y quién te roba la esperanza? El espíritu del mundo, las riquezas, el espíritu de la vanidad, la soberbia, el orgullo... todas estas cosas te roban la esperanza. ¿Dónde puedo encontrar la esperanza? En Jesús pobre: Jesús que se hizo pobre por nosotros. La pobreza nos llama a sembrar esperanza".
ER - RV