2013-06-15 L’Osservatore Romano
«Caminemos hacia la unidad, unidos fraternalmente en la caridad». Fue la invitación que el Papa Francisco hizo a Su Gracia Justin Welby, arzobispo de Canterbury y primado de la Comunión anglicana, a quien recibió el viernes 14 de junio por la mañana. En su discurso el Papa Francisco no olvidó reconocer que «la historia de las relaciones entre la Iglesia de Inglaterra y la Iglesia de Roma es larga y compleja, no exenta de momentos dolorosos». Sin embargo las últimas décadas «se caracterizaron por un camino de acercamiento y fraternidad –anotó–, por el que debemos sinceramente dar gracias a Dios».
Un camino realizado ya sea mediante el diálogo teológico, con los trabajos de la Comisión internacional anglicana-católica, como por el entretejido, en todos los niveles, de relaciones cordiales y de una cotidiana convivencia, caracterizada por un profundo respeto recíproco y sincera colaboración.
Vínculos de los que el Santo Padre reconoció la solidez que ha permitido «mantener el rumbo incluso cuando, en el diálogo teológico, surgieron dificultades mayores de las que se podían imaginar al comienzo del camino».
Al respecto, el Papa Francisco subrayó la bondad de la iniciativa de Benedicto XVI de ofrecer «una estructura canónica capaz de responder a las cuestiones de los grupos anglicanos que han pedido ser recibidos, también corporativamente, en la Iglesia católica». Y añadió: «estoy seguro de que ello permitirá conocer mejor y apreciar en el mundo católico las tradiciones espirituales, litúrgicas y pastorales que constituyen el patrimonio anglicano».
Hablando luego de la necesidad de una colaboración cada vez mayor entre católicos y anglicanos, el Santo Padre subrayó en particular el compromiso común por la justicia social y por un sistema económico «que se ponga al servicio del hombre y en beneficio del bien común», recordando el deber de «dar voz al clamor de los pobres, para que no sean abandonados a las leyes de una economía que parece, a veces, considerar al hombre sólo como un consumidor».
Por su parte, el arzobispo de Canterbury recordó las palabras –ya citadas por el Pontífice en su discurso– dirigidas en 1966 por Pablo VI al arzobispo Ramsey durante su histórica visita en el Vaticano y aseguró: «de hecho creo que vengo a un lugar donde puedo sentirme como en casa».