San Niceto

Date: 
Martes, Junio 22, 2021

EN LA fecha del 7 de enero, el Martirologio Romano contiene esta nota: "En Dacia, San Niceto, obispo, que con sus prédicas tornó suave y gentil a una nación que fue bárbara y salvaje". No hay duda de que esas palabras se refieren a San Niceto de Remesiana, no obstante que Baronio, debido a su errónea identificación de este Niceto con el Niceto o Niceas de Aquilea, trasladó la conmemoración, del 22 de junio al 7 de enero, al hacer su revisión del Martirologio. Niceto de Remesiana fue amigo íntimo de San Paulino de Nola y, gracias a éste, sabemos de los magníficos triunfos que obtuvo en sus intentos por domesticar a los salvajes entre quienes vivía. Los bessi, sobre todo, como dice el testimonio de Strabo, eran seres desaforados, crueles y bárbaros, "a los cuales condujo Niceto, como a mansos corderos, al redil de Cristo", según afirma San Paulino en su poema.


Nam simul terris animisque duri
Et sua Bessi nive duriores,
Nunc oves facti, duce te gregantur Pacis in aulam.

A Remesiana se la ha identificado con un lugar de Serbia llamado Bela Palenka. Poco es lo que sabemos sobre la historia de San Niceto, aparte de que, por lo menos en dos ocasiones, viajó desde una comarca que San Paulino consideraba como un país salvaje de nieves y hielo, para visitar a su amigo en Nola, en la Campania. También San Jerónimo habla en tono admirativo sobre la obra de Niceto al convertir al pueblo de Dacia; pero, en realidad, no sabemos absolutamente nada sobre los detalles de sus expediciones misioneras, la forma en que fue ascendido al episcopado o la fecha de su muerte.

Por otra parte, el santo despertó mucho interés entre los eruditos a causa de sus escritos, algunos de los cuales, anteriormente atribuidos a Niceto de Aquilea, han sido devueltos ahora a su verdadero autor, luego de muchas y muy profundas investigaciones. Dom Germain Morin fue uno de los que más empeño puso para atraer la atención sobre la importancia de la obra literaria del santo y aun llegó tan lejos como a comprobar que es a San Niceto y no a San Ambrosio, a quien debemos la composición de ese magnífico y famoso himno de acción de gracias que llamamos el "Te Deum". Este punto de vista no ha conseguido una aceptación universal, pero entre los estudiosos y los investigadores hay muchos que le apoyan.

Alban Butler - Vida de los Santos