2013-06-30 Radio Vaticana
(RV).- “Escuchar a nuestra conciencia”, ha sido la invitación del Obispo de Roma en la reflexión previa a la oración mariana del ángelus, con los miles de peregrinos reunidos en la plaza del Santuario de San Pedro, el último domingo de junio en Roma en un mediodía soleado y caluroso.
La “firme decisión” de Jesús de ponerse en camino a Jerusalén donde debe morir y resucitar, fue el tema del Evangelio subrayado por Papa Francisco, para afirmar que es una decisión que Jesús no toma solo sino con el Padre y también la importancia que ha tenido para Jesús la conciencia: el escuchar en su corazón la voz del Padre y seguirla libremente, no “telecomandado”.
“La conciencia es el espacio interior de la escucha de la verdad, del bien, de la escucha de Dios; es el lugar interior de mi relación con Él, que habla a mi corazón y me ayuda a discernir, a comprender el camino que debo recorrer, y una vez tomada la decisión, a ir adelante, permanecer fiel”.
El gran ejemplo actual de seguimiento de la conciencia del Obispo Emérito de Roma, Benedicto XVI, en relación al paso que debía dar, y también la gran simplicidad de María que escuchaba y meditaba la palabra de Dios en su interior, sirvió al Sucesor de Pedro para invitar a todos a “convertirnos en hombres y mujeres de conciencia, capaces de escuchar la voz de Dios y de seguirla con decisión”.
Jesuita Guillermo Ortiz- RV
Palabras del Papa Francisco después del rezo mariano:
Queridos hermanos y hermanas,
hoy se celebra en Italia la Jornada de la caridad del Papa. Deseo agradecer a los Obispos y a todas las parroquias, especialmente las más pobres, por las oraciones y las ofrendas que sostienen tantas iniciativas pastorales y caritativas del Sucesor de Pedro en todas partes del mundo. ¡Gracias a todos!
Dirijo de corazón mi saludo a todos los peregrinos presentes, en particular a los numerosos fieles venidos de Alemania. Saludo también a los peregrinos de Madrid, Augsburg, Sonnino, Casarano, Lenola, Sambucetole y Montegranaro; al grupo de laicos dominicanos, a la Fraternidad apostólica de la Divina Misericordia de Piazza Armerina, a los Amigos de las misiones de la Preciosísima Sangre, la UNITALSI de Ischia di Castro y a los muchachos de Latisana.
¡Les pido que recen por mí y a todos ustedes les deseo buen domingo y buen almuerzo!
(Traducción del italiano: Raúl Cabrera- Radio Vaticano)