El Inmaculado Corazón de María

Date: 
Domingo, Agosto 22, 2021

LA DEVOCIÓN al Inmaculado Corazón de María es análoga a la del Sagrado Corazón de Jesús. Consiste básicamente en la veneración de un corazón de carne, unido a la persona de María, como símbolo de su amor (sobre todo por su Hijo), de sus virtudes y de su vida interior. Pueden encontrarse ciertos prenuncios de esta devoción en el Cantar de los Cantares, pero el primero que la impulsó formalmente fue San Juan Eudes, en el siglo XVII. El Papa Pío VII permitió que se celebrase la fiesta del Purísimo Corazón de María en 1805. Algunas de las palabras pronunciadas por Nuestra Señora de Fátima han popularizado mucho esta devoción en época muy reciente. El 31 de octubre d e 1942, Pío XII consagró todo el mundo al Inmaculado Corazón de María; poco después, el 4 de mayo de 1944, mandó que se celebrase en toda la Iglesia de occidente dicha fiesta el día de la octava de la Asunción.

María tiene una función universal: "su título natural es la maternidad divina; su título adquirido se basa en su sacrificio total, junto con su Hijo, por la redención del mundo. María participó en la obra de la Redención en un sentido muy real, aunque no podemos perder de vista que difiere de su Hijo como lo finito difiere de lo infinito y lo creado de lo increado. Por otra parte, Mana fue redimida y llena de gracia en el instante mismo de su concepción, precisamente por los méritos redentores del Verbo Encarnado, cuya Madre estaba destinada a ser. No está de más repetir estas verdades para que no ofendamos a nuestra Madre celestial con expresiones exageradas e inexactas, que hacen más daño que bien a la piedad y devoción católicas" (Mons. Godfrey).

La nación del Ecuador, en América del Sur, por devoción de su pueblo y decisión de su episcopado, se había puesto bajo el patrocinio del Purísimo Corazón de María desde principios del siglo XIX; pero todavía su consagración fue ratificada por el Honorable Congreso con un solemne documento firmado el 6 de agosto de 1892, en el que se titulaba al país, la "República del Inmaculado Corazón de María".

Alban Butler - Vida de los Santos