El adulto mayor, sede de experiencia y sabiduría. Conflicto de la CNTE en el D.F.

de Rogelio Cabrera López
Arzobispo de Monterrey

Al celebrar este domingo la jornada del Adulto Mayor, deseo expresar mi cordial felicitación a todos aquellos que han llegado a esta bella época de la vida. Hay quienes ven esta etapa como una de las más incomprendidas de la vida y, algunos otros, que confío sea la gran mayoría, la asumen sencillamente, como parte de la vida, en donde la experiencia y la sabiduría adquiridas a lo largo del camino, marcan una especial diferencia que da la oportunidad de compartir, principalmente con las nuevas generaciones, los conocimientos adquiridos.

Que importante, y necesario, es que escuchemos la voz de quienes han transitado más tiempo en esta vida, de ninguna manera debemos de excluirlos. El Papa Francisco dijo en Brasil que: "hoy en día estamos viviendo una especie de "eutanasia escondida", en donde no se cuida de los ancianos y una "eutanasia cultural", en donde tampoco se les deja hablar y actuar". (Mensaje a los jóvenes argentinos en la Catedral de San Sebastián, Río de Janeiro, Brasil)

Hago un llamado sincero a todos los niveles de la sociedad, principalmente a las familias, para que demostremos nuestra gratitud a todos los adultos mayores, no sólo felicitándolos por ser su día, sino demostrando con acciones tangibles nuestra admiración y respeto.

De corazón les envío mi bendición y la seguridad de que en nuestra Arquidiócesis estamos trabajando para darles el lugar que ellos merecen, cultivando su vida fe.

Por otra parte, en muchas partes del país se están dando a conocer las inconformidades de los ciudadanos por las decisiones tomadas por las autoridades, ya sea en lo administrativo como en lo legislativo. Todos piden ser escuchados en sus puntos de vista. Por ejemplo, los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Ellos cargan una historia muy antigua de inconformidades dentro de su propio sindicato. Si las cosas no se resuelven a tiempo, después resulta difícil encontrar vías de solución. Urge que se dé en ambas partes, de la autoridad y de los maestros, el diálogo, para que el resto de la población no sufra por las manifestaciones que ya se volvieron violentas, y pronto todos regresen a la escuela. Deseamos que, creativamente, se busque un camino de arreglo, sin sacrificar el bien de los niños y de los jóvenes. Si esto sigue así, harán que los ciudadanos, lejos apoyarlos para que sus propuestas sean escuchadas, manifiesten un rechazo generalizado.

Hago un llamado para que, en la vivencia de la verdad y de la caridad, las diversas partes se dispongan a dialogar abiertamente, respetando los diferentes puntos de vista, buscando siempre en la legalidad el bien de las familias.

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