Agustín en el Vaticano

2013-08-28 L’Osservatore Romano
La pasión evangélica, la predicación sugestiva, la carga humana, el deseo de encontrar a todos, sobre todo a los pecadores y a los desengañados, a fin de que se sientan amados por Dios. Más de un rasgo une el estilo pastoral del antiguo obispo de Hipona Agustín y el del actual obispo de Roma Francisco. Lo subraya el agustino Bruno Silvestri, párroco de la Pontificia Parroquia de Santa Ana en el Vaticano, en una entrevista -cuya síntesis presentamos- concedida a nuestro periódico con ocasión de la memoria litúrgica del santo doctor de la Iglesia.

¿Es todavía actual el mensaje de san Agustín?

Puedo confirmar que quien se encuentra hoy con la figura y la experiencia de Agustín le une a él con un vínculo de gran amistad.

¿Por qué?

Porque es un enamorado del amor de Dios, y lo cantó, meditó y predicó en todos sus escritos, pero sobre todo lo testimonió en su ministerio pastoral.

Al respecto, ¿se pueden notar analogías con el Papa Francisco?

Lo que aproxima a Agustín y al Papa Francisco es la dialéctica del anuncio de la Palabra de Dios. Agustín, cuando hablaba a los fieles de Hipona, era sugestivo, inflamaba a los fieles y encendía en ellos el deseo de una nueva vida. Esta imagen es inmediata al recordar la figura del Papa Francisco, quien invita a los fieles, en los discursos y homilías, a redescubrir los grandes valores de la fe.