EL MARTIROLOGIO Romano se refiere en el día de hoy a la pasión de "el Santo Anastasio, el mártir de Aquilea", a pesar de que el martirio indicado no ocurrió en la fecha que se menciona ni en la ciudad de Aquilea. Al parecer, el "vij Idus Septembris" fue copiado como "vij Kalendas Septembris", es decir el 26 de agosto, fecha que se da en los antiguos martirologios y en la que se celebra todavía su fiesta en Spalato. De acuerdo con sus dudosas "actas", Anastasio nació en Aquilea en una noble y acaudalada familia, pero al recordar las palabras de los apóstoles a los habitantes de Tesalónica, en el sentido de que "debemos ocuparnos de nuestros asuntos y hacer las cosas con nuestras propias manos", aprendió el oficio de batanero y lo practicó en Salona (Split), en Dalmacia. Durante la persecución de Diocleciano, no hizo el menor intento de ocultar su fe, sino que, por el contrario, pintó una gran cruz sobre su puerta. Naturalmente, no tardó en ser detenido y llevado ante el gobernador. Permaneció sereno y firme en sus convicciones, por lo que fue arrojado al mar con una piedra atada al cuello. Asclepia, una matrona de la ciudad, prometió dar la libertad a todos sus esclavos si recuperaban el cuerpo del mártir. Los esclavos lo encontraron casualmente en la choza de unos negros que lo habían recogido del mar. Los moradores de la choza no querían entregar el cadáver y los esclavos los asustaron diciéndoles que iban a acusarles de haber matado al hombre blanco, y así recuperaron el cuerpo y lo llevaron en triunfo a la casa de su ama. Asclepia le dio sepultura honorable en su jardín que, más tarde, se convirtió en un cementerio cristiano con su basílica.
San Anastasio, mártir de Salona, citado en el Martilologio Romano el 21 de agosto, es una invención de los hagiógrafos, aunque se han hecho intentos para identificarlo con San Anastasio el Batanero; se trata de identificarlo con un oficial convertido a quien se menciona en la pasión de San Agapito (18 de agosto).
Alban Butler - Vida de los Santos