2013-09-07 Radio Vaticana
(RV).- El cristiano no debe jamás olvidar que el centro de su vida es Jesucristo: el Papa Francisco dedicó su homilía de la mañana del sábado en la Casa de Santa Marta a la centralidad de Jesús en la vida del cristiano. "Jesús – dijo – es el centro. Jesús es el Señor". Si bien, constató, no siempre "se entiende tan fácilmente". Jesús, afirmó, "no es un señor tal o cual" sino "el Señor, el único Señor". Y es Él el centro que "nos regenera y nos funda": "el centro". Los fariseos de los que nos habla el Evangelio de hoy, observó, ponían "el centro de su religiosidad en tantos mandamientos". Y también hoy, "si no está Jesús al centro, estarán otras cosas". Y es así que "encontramos tantos cristianos sin Cristo, sin Jesús":
“Por ejemplo, aquellos que tienen la enfermedad de los fariseos y son cristianos que ponen su fe, su religiosidad en tantos mandamientos: en tantos … ‘Ah, debo hacer esto, debo hacer esto, debo hacer esto…’. Cristianos de actitud … ‘Pero ¿por qué haces esto?’ – ‘ No: ¡se debe hacer!’. ‘Pero ¿por qué?’ – ‘Ah, no sé, pero se debe hacer’. Y Jesús, ¿dónde está? Un mandamiento es válido si viene de Jesús: yo hago esto porque el Señor quiere que yo haga esto. Pero así como yo soy un cristiano sin Cristo, hago esto y no sé por qué lo debo hacer".
Existen, agregó, "otros cristianos sin Cristo: aquellos que solo buscan devociones", "pero Jesús no está". "Si tus devociones te llevan a Jesús – dijo el Papa – eso está bien. Pero si te quedas ahí, algo no funciona". Hay luego, prosiguió, "otro grupo de cristianos sin Cristo: aquellos que buscan cosas un poco raras, un poco especiales, que van detrás de las revelaciones privadas", mientras que la Revelación se ha concluido con el Nuevo Testamento. El Papa advirtió en estos cristianos el deseo de ir "al espectáculo de la revelación, a sentir cosas nuevas". "¡Toma el Evangelio!", es la exhortación que Francisco les dirigió:
"Pero, padre, ¿cuál es la regla para ser cristianos con Cristo, y no convertirse en cristianos sin Cristo? Y ¿cuál es la señal de que una persona es un cristiano con Cristo?". La regla es simple: solo es válido aquello que te lleva a Jesús, y solo es válido aquello que viene de Jesús. Jesús es el centro, el Señor, como Él mismo dice. ¿Esto te lleva a Jesús? Va adelante. Este mandamiento, esta actitud ¿vienen de Jesús? Va adelante. Pero si no te lleva a Jesús y si no viene de Jesús, pero … no se sabe, es un poco peligroso”.
Luego el Obispo de Roma se volvió a preguntar: “¿Cuál es la señal de que yo soy cristiano con Jesús?”. La señal, dijo, es simple: es aquella del ciego de nacimiento que se postra ante Jesús para adorarlo:
"Pero si tú no logras adorar a Jesús, algo te falta. Una regla, una señal. La regla es: soy un buen cristiano, estoy en el camino del buen cristiano si hago aquello que viene de Jesús y hago aquello que me lleva a Jesús, porque Él es el centro. La señal es: soy capaz de adorar; la adoración. Esta oración de adoración ante Jesús. Que el Señor nos haga entender que solo Él es el Señor, es el único Señor. Y que también nos de la gracia de amarlo tanto, de seguirlo, de ir por el camino que Él nos ha enseñado". (RC-RV)