2013-09-13 Radio Vaticana
(RV).- “Poner de manifiesto el lazo que une el bien común a la promoción de la familia fundada en el matrimonio”: es el deseo que el Papa Francisco expresa a los participantes en la 47ª Semana Social de los católicos italianos, que se abrió ayer por la tarde en la ciudad de Turín y que concluirá el próximo 15 de septiembre. En el mensaje pontificio, dirigido al Cardenal Angelo Bagnasco, Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, firmado en la Ciudad del Vaticano el pasado 11 de septiembre, el Obispo de Roma recuerda que la familia es una escuela privilegiada de generosidad que educa a superar cierta mentalidad individualista que se ha abierto camino en nuestra sociedad.
“La familia, esperanza y futuro para la sociedad italiana” es el tema de esta Semana Social, pero - recuerda el Papa - la familia es más que un tema, es vida, “es camino de generaciones que se transmiten la fe junto con el amor”, “es fatiga, paciencia, y también proyecto, esperanza y futuro”. Y todo esto se convierte en levadura cada día en la pasta de la entera sociedad para su mayor bien común. Además, el futuro de la misma sociedad está enraizado en los jóvenes y en los ancianos, que son la memoria viva.
Porque como afirma el Papa “un pueblo que no se ocupa de los ancianos, de los niños y de los jóvenes no tiene futuro, porque maltrata la memoria y la promesa”. El Santo Padre reafirma que la Iglesia ofrece “una concepción de la familia que es la del libro del Génesis, de la unidad en la diferencia entre hombre y mujer” y como tal “merece ser sostenida eficazmente”. Y las consecuencias de las elecciones culturales y políticas que se refieren a la familia afectan los diversos ámbitos de la vida de un país: desde el problema demográfico a las demás cuestiones referentes al trabajo hasta la misma “visión antropológica que está en la base de nuestra civilización”.
En síntesis, el Papa Francisco subraya en este mensaje que “promover” la familia “es trabajar para un desarrollo equitativo y solidario”. Porque la familia es, en efecto, “escuela privilegiada de generosidad, de participación, de responsabilidad, escuela que educa a superar cierta mentalidad individualista que se ha abierto camino en nuestras sociedades”.
El Santo Padre no ignora “los sufrimientos de tantas familias” debidos a la falta de trabajo o a los conflictos internos o los fracasos de la experiencia conyugal y manifiesta a todos los participantes en esta Semana Social de los católicos italianos su cercanía, a la vez que recuerda también el testimonio sencillo de tantas familias “que viven la experiencia del matrimonio y del ser progenitores con alegría” y sin miedo de afrontar también los momentos de la cruz que – escribe Francisco – vivida en unión con la del Señor, no impide el camino del amor, sino al contrario, puede hacerlo más fuerte”.
El Papa Bergolio también recuerda la figura del Beato José Toniolo que forma parte de esa fila de católicos laicos que, a pesar de las dificultades de su tiempo, supieron recorrer caminos proficuos “para trabajar en la búsqueda y en la construcción del bien común”, subrayando que su ejemplo “constituye un aliciente siempre válido para los católicos laicos de hoy para que busquen a su vez vías eficaces para la misma finalidad”.
En fin, el Santo Padre manifiesta su deseo de que esta Semana Social contribuya “de modo eficaz a poner de manifiesto el lazo que une el bien común a la promoción de la familia fundada en el matrimonio, más allá de prejuicios e ideologías”.
Cabe destacar que la tradición de las Semanas Sociales en Italia comenzó en 1907, entre cuyos principales promotores estaba precisamente el Beato José Toniolo. Mientras esta 47ª Semana Social es la primera que se celebra tras su beatificación, que se llevó a cabo el 28 de abril del año pasado, razón por la cual ha sido encomendada de modo particular a su intercesión.
(María Fernanda Bernasconi - RV).