VII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B

CATEQUESIS DE JESUCRISTO SOBRE LA RESTAURACIÓN INTEGRAL DE LA PERSONA (Mc. 2,1-12)

En esta catequesis Jesucristo realiza plenamente lo que el profeta Isaías anuncia en la 1ra. lectura (43,18-25): “Yo voy a realizar algo nuevo. Ya está brotando…”. Jesús realiza una restauración radical en la persona del paralítico y quiere realizarla decididamente en cada uno de nosotros; pues todo Él es un “si” en favor de la humanidad;

Dios nuestro Padre nos ha dado fortaleza en Cristo y nos ha consagrado… por medio del Espíritu Santo en nuestro corazón, como garantía de la vida que recibiremos en abundancia (2 Cor. 1,18-22).

Con mucha atención veamos como Cristo realiza la restauración integral del paralítico, y descubramos que hoy Cristo, de la misma manera quiere actuar en nosotros: Jesús se encontraba materialmente rodeado de una multitud, Jesús es para todos, pero la grande fe del paralítico y de los que lo llevaban, realizando el refrán popular: “la fe mueve montañas”, si, pero también tejados, dan oportunidad para que Cristo realice esta radical restauración, que Dios Padre quiere en cada uno de nosotros: Jesucristo le dice: “Hijo tus pecados te quedan perdonados”. Perdón, presupuesto indispensable para que la acción de Jesucristo lo lleve a realizar su obra salvífica completa, como es la salud corporal total: “Levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa”, a fin de que todos los que escuchaban a Jesús creyeran que Él es verdadero Dios y verdadero hombre, siempre orientado totalmente a buscar nuestra restauración total, como preludio seguro de la vida eterna que Cristo nos consiguió con su muerte y resurrección, y que históricamente quiere cumplirla en cada uno de nosotros.

Hermanos, ante esta maravillosa disponibilidad de Dios hacia nosotros, reavivemos profundamente nuestra fe, nuestra confianza en Jesús, y poniéndonos frente a Él, tal y como somos, aunque no le pidamos nuestra salud interna o externa. Él, por su libérrima misericordia, hará brotar de nosotros y en nosotros algo realmente nuevo, maravilloso, que nos impulsará a mejorar indiscutiblemente nuestras personas y nos hará trascender de esta carne de debilidades y enfermedades, hacia la vida plenamente restaurada en la casa paterna.

† Felipe Padilla Cardona.