de Rogelio Cabrera López
Arzobispo de Monterrey

Ante las tristes noticias que hemos recibido, respecto a las tragedias que se han suscitado en algunas partes de nuestro país, como consecuencia de las intensas lluvias, expreso el apoyo y la solidaridad de la Arquidiócesis de Monterrey para con todos los hermanos víctimas de estos sucesos.

El día de hoy, atendiendo a la convocatoria de la Conferencia Episcopal Mexicana para realizar una colecta nacional, en todas las Iglesias de nuestra Arquidiócesis, se está realizando una colecta especial, dentro de las Misas, para hacer un fondo económico y enviarlo, por medio de la tesorería diocesana, a los lugares que requieran con mayor urgencia de esta ayuda.

Asimismo, en el noreste de nuestro país, también se están viviendo situaciones difíciles, sobre todo en el sur del estado y en parte de Tamaulipas, por lo que, siempre en coordinación con Cáritas de Monterrey, he dado instrucciones para que todos los Templos se conviertan en centros de acopio, en donde los fieles podrán llevar los artículos de primera necesidad que se nos están solicitando y hacerlos llegar, a la brevedad posible, a los lugares en donde se está solicitando el apoyo. Ha sido notable la respuesta, sobre todo de los jóvenes, para ayudar de modo espontáneo.

Invito fraternalmente a que sigamos atentos a los avisos que se nos dan en los medios de comunicación, y manifestemos generosamente, en la medida de nuestras posibilidades, la ayuda a nuestro prójimo.

En circunstancias similares, hemos sido nosotros quienes recibimos ayuda de nuestros hermanos, hoy se nos presenta la oportunidad de agradecer su apoyo y cercanía cuando nosotros más lo necesitamos. Es momento de hacer vida, de manera especial, el mandamiento del amor que Cristo nos pide vivir.

Este tipo de fenómenos meteorológicos, nos recuerdan la fragilidad de nuestra condición humana, así como la importancia de respetar los cauces naturales del agua y la necesidad de prestar atención a las situaciones de pobreza que han orillado a muchas familias a ubicarse en zonas de alto riesgo.

Hago un llamado a las autoridades para que no claudiquen en su esfuerzo y puedan reubicar a quienes, por falta de recursos, no han podido establecer su hogar en un lugar más seguro. No se debe dejar pasar más tiempo. Sabemos que hay muchas necesidades que cubrir, pero no debemos olvidar que lo primero debe ser: auxiliar a todos aquellos que están en situaciones de alta necesidad.

Felicitamos a las autoridades del Estado y de los municipios por su pronta ayuda en los municipios de nuestro Estado de Nuevo León. El Gobernador y los alcaldes han están cumpliendo con precisión y cercanía. Los ciudadanos han actuado generosamente, y Cáritas de Monterrey está actuando con responsabilidad y afecto sincero en la ayuda a toda la gente. ¡Gracias!