2013-10-03 Radio Vaticana
(RV).- Quedan pocas horas para la llegada del Santo Padre a la ciudad italiana de Asís, un esperado viaje con mucho significado, ya que el Papa visitará por primera vez, el lugar de donde tomó su nombre justamente el día en que toda la Iglesia celebra la festividad de San Francisco de Asís. Escuchemos a nuestro enviado especial, el Jesuita Guillermo Ortiz, quien ya se encuentra en la ciudad de la Paz, en medio de los peregrinos, esperando la llegada de Francisco.
Una ruptura para la paz, Asís ante el Papa
Francisco de Asís rompió en sí mismo con la idolaría del dinero, se liberó, lucho por la paz y la vida primero dentro de sí mismo.
Mientras que la mayoría de las rupturas destruyen la paz, porque generan desentendimiento, división, dado que las partes, cerradas a sus propios intereses resultan enfrentadas, como pasa hoy en diversos lugares del mundo con la guerra, en familias enteras divididas; en el mismo corazón del hombre tironeado por afectos desordenados, descuartizado por intereses contradictorios, hay una ruptura que genera libertad, paz, vida, bien.Francisco de Asís era hijo de un hombre muy rico, que seducido por la extraordinaria belleza del amor de Dios en sus creaturas, decidió liberarse de la idolotría del dinero.
Esa ruptura con su padre sanguineo fue un escándalo, porque en una calle de Asís, Francisco reconoció sólo a Dios como su Padre y devolvió a su progenitor hasta la misma ropa que vestía y se quedó totalmente desnudo de todo, sin protección material alguna, pero también sin dependencia alguna, que no fuera la caricia del amor de Dios a sus creaturas.Una ruptura terrible, tremenda, que sólo es posible con una decisión firme y determinada. Iluminada y fortalecida por la gracia de Dios.
Francisco de Asís no se quedó encerrado en los intereses del egoísmo mezquino y dañino. Cortó por lo sano con todo aquello donde en él pudiera arraigarse la idolatría del dinero, para abandonarse absolutamente y sin nada a la providencia, a la voluntad, al amor de Dios.Con esta elección toda a favor de Cristo que se hizo pobre en el pesebre y fue despojado hasta de la misma vida en la cruz, Francisco de Asís, el gran santo de Italia y del mundo, iluminó con la bendición de Dios esta bellísima región y la convirtió en la Tierra Santa de Italia para el mundo.
El 13 de marzo de 2013 en el Vaticano, el cónclave de cardenales eligió a Jorge Mario Bergoglio como nuevo Obispo de Roma y el mismo día Bergoglio decidió llamarse “Francisco”, como el pobrecito de Asís que lo espera para arroparlo con su espíritu de pobreza que salva de la idolatría y nos abre el corazón al hermano; la única ruptura que genera paz en el corazón humano, en la familia, en el mundo.Feliz encuentro Francisco Papa con Francisco de Asís.
Desde la Tierra Santa de Italia, jesuita Guillermo Ortiz