2013-10-22 L’Osservatore Romano
El Papa Francisco ha dirigido un pensamiento agradecido a las “muchas mujeres que luchan por su familia, que oran, que no se cansan nunca”: mujeres que, con su “actitud, nos dan un verdadero testimonio de fe, de valentía, un modelo de oración”. Lo hizo en el Ángelus del domingo 21 de octubre, en la plaza de San Pedro, partiendo de la parábola evangélica de la viuda “que, a fuerza de suplicar a un juez deshonesto, consigue que le haga justicia”. Y al recordar la jornada misionera mundial, propuso el testimonio de Afra Martinelli, muerta en días pasados tras la agresión sufrida durante un robo en su casa en Nigeria, donde la mujer trabajaba desde hace más de treinta años. “El método de la misión cristiana —explicó— no es el proselitismo, sino el de la llama compartida que caldea el alma”; y con su testimonio, la misionera muerta “difundió la llama de la fe, combatió la buena batalla”. Además el Pontífice expresó solidaridad a las poblaciones filipinas golpeadas por el terremoto y saludó a los participantes en la manifestación “Cien metros de carrera y de fe” promovida por el Consejo pontificio para la cultura.