COMUNICADO DE PRENSA
5 de marzo de 2014

Uno de los llamados que Jesús nos hace en el Evangelio, y que nos ayuda a fortalecer nuestra fe, es la vivencia de las obras de misericordia, mismas que nos llevan a testimoniar el amor de Dios en nuestra vida.

Al iniciar este tiempo de reflexión e interiorización , preparándonos para la Pascua, agradecemos a Dios la bendición que nos ha brindado al permitirnos visitar a nuestros hermanos que se encuentran en los centros de readaptación social de nuestro estado.

Nuestro Obispo auxiliar, Mons. Jorge Cavazos, ha visitado el CERESO de Cadereyta; el Pro-vicario general, Pbro. Francisco Gómez, ha visitado el CERESO de Apodaca y, un servidor, el CERESO del Topo Chico. En donde fuimos acompañados por alrededor de 200 sacerdotes de nuestra Arquidiócesis.

En cada centro, celebramos la Santa Misa, impusimos la ceniza y tuvimos la oportunidad de saludar y dialogar con los internos, llevándoles el mensaje de esperanza y paz que solo Cristo nos puede dar.

Agradezco infinitamente a las autoridades correspondientes la disposición que mostraron en todo momento para la buena realización de estas visitas, así como la cooperación y el trato amable de todos los encargados de la seguridad en cada centro.

Esta experiencia, que por primera vez se vive de esta forma en nuestra Arquidiócesis, ya que a lo largo del año algunos de nuestros sacerdotes y seminaristas realizan su apostolado en estos centros, nos motiva a seguir poniendo cada vez más atención en el acompañamiento que, como Iglesia, damos a nuestros hermanos que están internos en estos centros de readaptación.

Invito a toda la comunidad para que elevemos una plegaria por estos hermanos nuestros y por sus familias, y que, en la medida de nuestras posibilidades, buscando siempre dar un buen testimonio de nuestro ser cristianos, nos dispongamos a estar al pendiente de ellos y les ayudemos en su proceso de readaptación en la sociedad.