Los adolescentes y jóvenes son nuestro dinamismo y futuro

de José Luis Chávez Botello
Arzobispo de Antequera-Oaxaca

Ante tantas protestas, divisiones y enfrentamientos que se multiplican; ante el dinamismo del egoísmo y de la violencia que nos daña cada vez más, es urgente preguntarnos y reflexionar ¿Qué nos pasa?, ¿Por qué tanta irresponsabilidad, engaño y corrupción a todos los niveles?. Encandilados y distraídos por avances de la ciencia y de la técnica, ocupados en atender las necesidades básicas y lo inmediato, hemos descuidado algo fundamental: ayudarnos a descubrir, asumir y cultivar nuestra vocación como una tarea prioritaria en toda familia y en la sociedad. De esta tarea depende el futuro de nuestra vida y de la sociedad; si la descuidamos, caminamos hacia su deterioro y destrucción.

¿Qué quiero ser y hacer en la vida? ¿Por qué? ¿Para qué?. La respuesta sincera, razonada y vivencial a estas preguntas nos lleva a tocar los motivos sólidos, el sentido y finalidad de lo que hacemos y de nuestra vida. La orientación vocacional no puede reducirse a descubrir las cualidades corporales o intelectuales para tal profesión o trabajo, lo más importante es encontrar su sentido y finalidad, si en esa profesión o trabajo me supero y sirvo, es decir, si me realizo y soy útil a los demás, si allí puedo ser feliz.

El piso firme y motor de toda vocación auténtica es la búsqueda de la verdad, del bien o de la belleza; por eso todo descubrimiento y avance en estos campos estimula y forja investigadores, personas buenas y artistas, transmite satisfacción. Cuando se descubre y se asume la propia vocación todo cambia, como un paisaje que siendo el mismo de noche, se ve diferente y más bello al salir el sol. Sin descubrir y vivir la propia vocación corremos el riesgo de pasar la vida sin rumbo, sin superarnos, con frustraciones y el corazón vacío, sin felicidad auténtica. Descubrir y asumir la vocación personal es decisivo para la realización y calidad de vida.

La vocación conocida, cuidada y vivida con responsabilidad siempre abre perspectivas y fortalece los motivos para seguir adelante con esperanza, constancia y entrega; es fuente de satisfacciones y nos impulsa al servicio de quienes nos rodean. La persona con identidad vocacional se caracteriza por su responsabilidad y entrega, el servicio, su alegría y realización; es como antorcha que ilumina a su alrededor y atrae. El cultivo de la vocación auténtica siempre lleva a la superación personal, a la realización y a la felicidad.

Muchos adolescentes y jóvenes carecen de identidad vocacional; por eso caminan en la vida sin rumbo y sin metas de superación y realización, sin motivos sólidos para luchar y afrontar dificultades; no han descubierto el sentido y la finalidad última del estudio, del trabajo humano, del descanso ni de la misma vida; de allí que todo lo que exige esfuerzo y orden no lo hagan con gusto y los desgaste, que los atraiga el dinero, el poder y otros intereses más que el bien y el servicio. No es casualidad que así se deterioren las relaciones, se alimenten las adicciones, irresponsabilidad social, violencia, suicidios, el crimen y la deshumanización.

Nos urge tomar en serio la importancia de la vocación de toda persona, más en los adolescentes y jóvenes porque queramos o no, ellos son nuestro dinamismo y futuro; toda familia y sociedad necesita su fuerza, arrojo y alegría para superarse y humanizarse. Es la adolescencia la edad privilegiada para iniciar la búsqueda de la propia vocación, pero la juventud es la edad para discernir y elegir bien, para ponerse en camino de la cimentación, cultivo y fortalecimiento de la vocación empleando los medios y guías más adecuados. La juventud es la edad de las decisiones vitales.

Esta es la Corona más agradable a la Santísima Virgen que adolescentes y jóvenes pueden ofrecerle a Nuestra Señora de Juquila el 8 de Octubre: llegar más libres de adicciones y otros males, más responsables, constructivos y con identidad vocacional. Los adolescentes y jóvenes son indispensables para impulsar la reconciliación y paz social en Oaxaca, para construir un futuro mejor en nuestras familias y en la sociedad.

Con mi saludo y bendición para todos.

Comunicado de prensa
Marzo 9 de 2014

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