DIMENSION EPISCOPAL DE LA FAMILIA
“El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría;
y la gracia de Dios estaba sobre él”
(Lc 2, 40).
A todos los padres de familia y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad:
Hoy, en México, celebramos un día especial en el que recordamos a todos nuestros queridos Papás; una fiesta que nos brinda la oportunidad de reconocer la tarea única e irrepetible del padre y jefe de familia. Un buen padre que guía, que acompaña, que ayuda a crecer es una gran riqueza.
Queremos compartir con todos los hombres a quienes Dios les ha dado el don de la paternidad, la misión o tarea que Dios desde siempre ha encomendado al padre de familia, que es como la de San José: custodiar, acompañar, orientar y formar a sus hijos, desde su corazón, en los valores humanos y cristianos. Es muy cierto que en nuestros tiempos abundan amenazas en contra de la persona, el matrimonio y la familia pero les animamos a ser fieles a Dios en su misión, como lo fue él que custodió y acompañó a Jesús en su crecimiento.
Les recordamos las palabras del Papa Francisco cuando, hablando de San José, nos dice que su gran misión fue la de ser custodio de Jesús ayudándole a crecer en edad, sabiduría y gracia (cf Lc 2, 40). Le ayuda a crecer en edad porque lo crió, preocupándose de que no le faltara lo necesario para un desarrollo sano, aún en el exilio y le enseñó el valor del trabajo. En sabiduría porque fue para él ejemplo y maestro, ya que le enseñó a escuchar y alimentarse de la palabra de Dios. Y en gracia porque seguramente hizo todo por educarlo en el crecimiento en la gracia de Dios. Ésta fue la misión de José con Jesús (cf. Audiencia General 19 de marzo 2014, Plaza de San Pedro).
Finalmente, queremos reconocer su entrega y donación, al tiempo que agradecemos el servicio que ofrecen a la Iglesia y al mundo al acompañar a sus hijos. Les pedimos que no dejen de estar cerca de ellos, ayúdenles a crecer, sean auténticos testigos del amor y ternura de Dios nuestro Padre. Crean en Dios para que les puedan transmitir el don de la fe. No olvidemos dar gracias a Dios por nuestros Padres, incluso por aquellos que ya vivieron su Pascua y están en Dios.
Muchas felicidades a todos los Papás en este día, que Dios Nuestro Padre les bendiga y que la intercesión de San José y de Santa María les acompañe.