El Papa Francisco en Molise invoca el valor de la solidaridad para sanar la degradante plaga de la desocupación

2014-07-05 L’Osservatore Romano
Nada es más importante que la dignidad humana. Es claro el mensaje del Papa Francisco: habla a la gente de Molise, pero su pensamiento va más allá de los confines de la región que visita hoy, sábado 5 de julio. Llega a todos los lugares en los que se anteponen a la dignidad de la persona humana intereses diversos, si bien importantes. Se necesita, dice el Papa Francisco durante la misa en Campobasso, un suplemento de alma para que se pueda mirar al futuro con esperanza. Pero también hay «mucha necesidad –dice– de este compromiso, ante las situaciones de precariedad material y espiritual, especialmente de cara a la desocupación, una plaga que requiere todo el esfuerzo y mucho valor por parte de todos».

La plaga del trabajo es un desafío que interpela de modo particular a «la responsabilidad de las instituciones, del mundo empresarial y financiero». Es necesario poner «la dignidad de la persona en el centro de toda perspectiva y de toda acción. Los otros intereses, aunque legítimos, son secundarios».

Y poco antes, al encontrar a los trabajadores e industriales, el Pontífice había ratificado un concepto ya expresado otras veces: la verdadera dignidad para el trabajador es poder llevar el pan a casa. «No tener trabajo –había dicho al respecto– no es solamente no tener lo necesario para vivir, no. Nosotros podemos comer todos los días: vamos a Cáritas, vamos a esta asociación, vamos al club, vamos allí y nos dan de comer. Pero este no es el problema. El problema es no llevar el pan a casa: esto es grave y ¡esto quita la dignidad!».

Por lo tanto es necesario redescubrir la solidaridad y juntar las fuerzas de modo constructivo. Se requiere sanar la plaga de la desocupación, y por eso es necesaria «una estrategia concordada con las autoridades nacionales» para llegar a un auténtico «“pacto por el trabajo” que sepa acoger las oportunidades ofrecidas por las normativas nacionales y europeas» Finalmente la invitación a dedicar más tiempo a los niños, a la familia. En este sentido el domingo, dijo, debe quedar libre.