2014-11-19 Radio Vaticana
(RV).- Nuevo apremiante llamamiento del Obispo de Roma por la paz en Oriente Medio y oración por todas las víctimas, al culminar su audiencia general, en la Plaza de San Pedro. Con su preocupación ante la violencia inaceptable, el Papa Francisco renovó desde lo más profundo de su corazón su infatigable llamado para que se ponga fin con valentía a la espiral de odio, que no se detiene ni siquiera ante los lugares de culto, como fue en el atentado perpetrado contra una sinagoga en Jerusalén:
«Sigo con preocupación el alarmante aumento de la tensión en Jerusalén y otras zonas de Tierra Santa, con episodios inaceptables de violencia que no ahorran ni siquiera los lugares de culto. Aseguro una oración especial por todas las víctimas de esta dramática situación y por cuantos sufren sus consecuencias. Desde lo más profundo de mi corazón, dirijo un llamamiento a las partes implicadas para que se ponga fin a la espiral de odio y de violencia y se tomen decisiones valientes para la reconciliación y la paz. ¡Construir la paz es difícil, pero vivir sin la paz es un tormento!»
Ante la conmemoración de la Jornada Pro Orantibus - instituida por Pío XII, el 21 de noviembre de 1953 - coincidiendo con la celebración de la Presentación de María, el Papa Francisco dedicó un recuerdo especial a cuantos en todo el mundo consagran su vida a la oración en la vida contemplativa, invitando a brindar nuestro apoyo espiritual y material para que puedan cumplir su importante misión y elevando nuestra gratitud a Dios:
«El Viernes 21 de noviembre, memoria litúrgica de la Presentación de María Santísima en el Templo celebramos la Jornada pro Orantibus, dedicada a las comunidades religiosas de clausura. Es una ocasión oportuna para agradecer al Señor por el don de tantas personas que, en los monasterios y en las ermitas, se dedica a Dios en la oración y en el silencio activo, reconociéndole aquella primacía que sólo a Él le corresponde. Demos gracias al Señor por los testimonios de vida claustral y no les hagamos faltar nuestro apoyo espiritual y material, para cumplir esta importante misión».
En su cordial bienvenida a los peregrinos de lengua italiana, el Obispo de Roma saludó a los participantes en el encuentro promovido por el Foro Económico Mundial en colaboración con las Universidades Pontificias romanas, para promover caminos y acciones que ayuden a superar la exclusión social y económica. Con el anhelo – dijo - que de «esta iniciativa contribuya a favorecer una nueva mentalidad en la que el dinero no se considere un ídolo al que hay que servir, sino un medio para perseguir el bien común».
El Papa Francisco recordó luego que en este mes de noviembre, la liturgia nos invita a la oración por los difuntos y, alentando a que no olvidemos a nuestros seres queridos, a los bienhechores y a todos aquellos que nos han precedido en la fe, puso de relieve que la Eucaristía es la mejor ayuda espiritual que podemos brindar a sus almas, especialmente a las más abandonadas. El Santo Padre invitó a recordar en especial a las víctimas de las recientes inundaciones en Liguria y en el norte de Italia: «¡recemos por ellos y sus familiares y seamos solidarios con cuantos han sufrido daños!»
(CdM – RV)